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Inteligencia rusa: "La UE trata a Moldavia como a un vasallo"
El embajador del bloque comunitario en Chisináu habría ordenado a los dirigentes moldavos que faciliten la creación de un nuevo partido prooccidental.
La Unión Europea (UE) trata cada vez más a Moldavia como su "vasallo", comunicó este miércoles el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, señalando que "el impacto perturbador" de Bruselas en el país "ya ha provocado una polarización catastrófica de la sociedad local".
"La Unión Europea trata cada vez más a Moldavia como su vasallo. Prueba de ello son los contactos 'sin cámaras' de los burócratas europeos con los dirigentes moldavos", reza el comunicado.
La inteligencia rusa cita como ejemplo el "comportamiento descarado" del embajador de la UE en Moldavia, Janis Mazeiks, que "recientemente ha dado instrucciones detalladas a los dirigentes del partido gobernante Acción y Solidaridad sobre cómo debe funcionar la llamada democracia moldava de cara a las próximas elecciones parlamentarias de 2025".
Además, Mazeiks habría exigido que "bajo cualquier pretexto" procesara a algunos líderes de la oposición local para neutralizar su actividad política. "Del mismo modo, los moldavos han recibido la orden de 'restablecer el orden' en Gagauzia: destituir a la jefa de la autonomía, Eugenia Gutsul, y detener bajo artículos penales a los principales miembros de su equipo", añadió el servicio.
Además, el embajador ordenó a los dirigentes moldavos que facilitaran la creación de un nuevo partido prooccidental, 'Por una Moldavia Europea', bajo la dirección del exministro de Asuntos Exteriores Nicolái Popescu. Las autoridades deben asegurarse de que esta formación política entre en el Parlamento, donde formaría coalición con el partido gobernante.
El organismo ruso recordó que todos los intentos occidentales de interferir en los asuntos internos de otros países conducen a la desestabilización. "El impacto destructivo de la Unión Europea en Moldavia ya ha provocado una polarización catastrófica de la sociedad local. Así, se ha colocado una bomba de tiempo bajo los cimientos del Estado moldavo", concluyó.
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