Un hombre de nacionalidad china fue encontrado la semana pasada dentro de un pozo abandonado en un bosque cerca de la ciudad tailandesa de Mae Sot, ubicada en la frontera con Myanmar, después de que la Policía recibiera reportes de los aldeanos sobre sonidos fantasmales durante tres días, recoge el diario South China Morning Post.
Cuando la Policía y el personal de rescate se adentraron en el bosque para investigar el origen de los extraños gritos, se percataron que estos respondían a sus llamados, por lo que, siguiendo el sonido, finalmente encontraron a un hombre de 22 años, identificado como Liu Chuanyi, atrapado en el fondo de un pozo seco de 12 metros de profundidad.
Rápidamente, se llevó a cabo una operación de rescate, que duró alrededor de media hora. Liu se encontraba en un estado débil, tenía una fractura en la muñeca izquierda, una conmoción cerebral y contusiones por todo el cuerpo, por lo que fue trasladado a un hospital.
Con ayuda de un traductor, Liu confirmó que llevaba tres días y tres noches atrapado en el pozo sin comida ni agua. Para conservar su energía, se limitó a gritar solo una vez cada hora para pedir ayuda. Aunque aún se desconoce cómo cayó en el pozo, los rescatistas sospechan que se trató de un accidente, mientras el hombre intentaba encontrar la salida del bosque tras adentrarse demasiado.
Además, tampoco son claras las razones de su presencia en la frontera entre Tailandia y Myanmar siendo él ciudadano de China, por lo que las autoridades han contactado al Departamento de Inmigración para investigar el hecho.