El periplo judicial de Juana Rivas, que se inició hace ya 15 años, vuelve a tener otro hito que podría ser decisivo. La Fiscalía de Italia acusa a su exmarido de maltratar a sus dos hijos, mientras que el mayor de ellos, que acaba de alcanzar la mayoría de edad, ha escrito una carta y ha hecho público un vídeo en el que reclama que su hermano menor vuelva con su madre porque se encuentra en "un gran peligro" al lado de su padre.
Rivas se convirtió hace ahora más de cinco años en un símbolo en España de lo que muchos llaman 'madres protectoras'. Separó a sus hijos de su padre, al que acusaba de malos tratos, y el resultado fue que ella acabó en prisión mientras la Justicia daba la custodia de los niños al hombre, sin ni siquiera haber resuelto la causa por malos tratos.
El caso dividió entonces a la sociedad española entre los que defendían a ultranza a esta madre y entre quienes no creyeron su acusación. Se puso sobre la palestra el uso del Síndrome de Alienación Parental (SAP), desautorizado por los científicos, y también estuvo en tela de juicio la actuación de las instituciones y la administración de justicia.
Ahora, la acusación del Ministerio Público de Italia, que detalla violencia física habitual, vejaciones, insultos y amenazas, puede dar el último giro a este caso mediático.
La Fiscalía pide medidas cautelares y el hermano mayor suplica por el menor
Según informó la defensa legal de Rivas, la Fiscalía italiana pide siete años de cárcel para su exmarido por el maltrato que habría cometido hacia los niños y pide la implementación de cautelares concretadas en que el pequeño pase a residir con su madre y con su hermano mayor.
Precisamente el hijo mayor de Rivas ha envidado un comunicado a la Fiscalía italiana, y ha hecho público un vídeo, en el que pide que se retire la custodia de su hermano a su padre porque corre "un gran peligro". "Recuerdo que cuando se despertaba por las noches llorando y diciendo 'mamma', mi padre lo tiraba de la cama al suelo, lo arrastraba por las escaleras, golpeándolo en cada ángulo, lo encerraba en una habitación, con la llave echada", relata el joven en su escrito, según recoge ElDiario.es .
Condenado por malos tratos
Juana Rivas y su ahora exmarido, Francesco Arcuri, iniciaron su relación en 2004 y tuvieron al primero de sus hijos un año después. Tras tres años residiendo en Granada, de donde ella es natural, en 2009 Rivas interpuso una denuncia por malos tratos contra su pareja. Fue condenado por un delito de lesiones en el ámbito familiar a tres meses de prisión y una orden de alejamiento de un año y tres meses.
Sin embargo, ambos retomaron su relación un año después y tras trasladarse a vivir a la localidad de Carloforte, en la isla italiana de Cerdeña de donde Arcuri es oriundo, tuvieron un segundo hijo.
Sustracción de los menores
En 2016 Rivas decidió marcharse con sus dos hijos de vuelta al municipio granadino de Maracena, donde pidió ayuda al Centro de la Mujer denunciando que corrían peligro de muerte y que habían soportado años de malos tratos de su pareja e interpuso varias denuncias ante la Guardia Civil contra su pareja.
Por su parte, Arcuri presentó una denuncia en su contra y tanto la Justicia española como la italiana dictaron que la mujer debía devolver los niños a su padre. Rivas apeló la decisión en España y recogió 150.000 firmas para evitar la devolución de sus hijos a Italia. El recurso fue desestimado y se concertó la entrega de los niños en julio de 2017.
Juana está en mi casa
Fue en esa época cuando el caso saltó a los medios. Rivas estuvo más de un mes en desfile desconocido para eludir la orden de devolver a los niños a su padre, alegando que tenía que protegerlos. Bajo el hashtag #JuanaEstáEnMiCasa una gran parte de la ciudadanía la apoyaba, sin comprender cómo se podía dar la custodia al padre sin que se hubieran resuelto las denuncias de malos tratos.
Sin embargo, también fue ampliamente cuestionada por otra parte de la ciudadanía, que dudaba de que sus denuncias fueron reales. Así, se mostró desconocimiento sobre los mecanismos de la violencia de género, como los que llevan a que mujeres pasan años con sus agresores o vuelven con ellos después de una separación.
Condenada e indultada
Rivas devolvió a los niños y acabó siendo condenada en 2018 a cinco años de cárcel y seis de pérdida de la patria potestad por el Juzgado de lo Penal número 1 de Granada por dos delitos de sustracción de menores. En 2021 el Tribunal Supremo redujo su pena a la mitad, y en noviembre de ese mismo año el Consejo de Ministros le concedió un indulto parcial, que dejó la pena de prisión en un año y tres meses y conmutó los seis años de inhabilitación especial para ejercer la patria potestad por 180 días de trabajo en beneficio de la comunidad.
El magistrado que llevó el caso, Manuel Piñar, también fue duramente cuestionado por sus decisiones, tanto por los términos de la condena como por su oposición posterior a la aplicación del indulto, y llegó a enfrentar una investigación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que acabó siendo archivada, por sus mensajes en redes sociales contra el feminismo y contra minorías étnicas, como los magrebíes, a los que llamaban 'moros'.
Separada de sus hijos
Los dos menores fueron entregados a su padre finalmente en Italia en 2017, mientras que durante todo este tiempo Rivas ha estado intentando recuperar su custodia y ha interpuesto allí varias denuncias por malos tratos ante la Justicia.
En 2022 el hijo mayor, que había cumplido 16 años y ya podía decidir, eligió regresar a Granada para vivir con su madre . Sin embargo, el pequeño, que ahora tiene 10 años, sigue bajo la custodia de su padre.
El último capítulo hasta la fecha llegaba este miércoles, cuando la Fiscalía de Cagliari ha encontrado indicios de malos tratos de Arcuri hacia sus hijos y ha solicitado al tribunal la adopción de cautelares para que el pequeño esté con su madre ante el peligro de riesgo para su integridad física.
Debate social
El debate social que se abrió hace siete años se ha reabierto ahora. La Asociación de Mujeres Juezas de España emitió este jueves un comunicado en el que llama a una revisión de "la práctica judicial diaria" y a adoptar "las medidas necesarias para asegurar la protección de la infancia en todos los casos y en este en particular".
Además critican la atribución de la custodia a Arcuri "pese a contar con una condena por violencia de género", mientras "en España, la madre de estos menores, Juana Rivas, no solo no vio atendida su petición de no ser obligada a entregar a sus hijos al padre, sino que fue condenada por dos delitos de sustracción de menores a una pena de prisión".
El de Rivas es el caso más conocido y simbólico entre otros en los que se ha condenado a madres por el delito de sustracción de menores cuando han huido con sus hijos para protegerles de padres denunciados por violencia o agresiones sexuales contra los menores.