Tbilisi, la capital de Georgia, se ha convertido nuevamente este jueves en escenario de manifestaciones antigubernamentales por octavo día consecutivo.
Los participantes de la protesta, al igual que en días previos, se congregan cerca del Parlamento del país.
Medios locales reportan que algunos manifestantes usan punteros láser, mientras que otros lanzan pirotecnia contra el edificio administrativo.
Desde el Ministerio del Interior de Georgia informaron que otras cinco personas han sido detenidas en Tbilisi y en la región de Imereti por "organizar, dirigir, participar en actos violentos en grupo y hacer llamamientos públicos a acciones violentas". Así, son ya 13 los arrestados por estos cargo, mientras que otra persona fue detenida acusada de preparar una explosión.
Además, la cartera indicó que más de 150 policías, así como numerosos ciudadanos y representantes de los medios de comunicación resultaron heridos a causa de acciones violentas en el marco de las protestas.
Por su parte, la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, se desmarcó de unas declaraciones que hizo este lunes en las que afirmaba que era el turno de los colegios de expresar su solidaridad con las protestas, lo que muchos percibieron como un llamamiento a los escolares. "Soy abuela, soy madre, y ¿acaso alguien puede imaginar que yo puedo pedir los niños de los colegios que salgan [a las calles]?", señaló en una entrevista este jueves.
Las manifestaciones se suceden en Georgia desde hace varios días, a raíz de la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 las negociaciones de adhesión del país a la Unión Europea y tras las elecciones parlamentarias, cuyos resultados se niega a reconocer la oposición proocidental.