La suspendida vicepresidenta ecuatoriana, Verónica Abad, compareció este lunes ante la Sala de Audiencia del Complejo Judicial Norte de Quito, tras solicitar una acción de protección contra el Ministerio del Trabajo por la decisión que la separó temporalmente del cargo.
Se espera que la jueza Nubia Vera escuche los alegatos de una veintena de personas que conforman el cuerpo de 'amicus curiae' ('amigos de la corte'), que no pertenecen a ninguna de las partes interesadas, y que ayudan a la resolución de un caso, según Primicias.
Al inicio de la audiencia, Abad se mostró sonriente y confiada con los medios, tras sacar a relucir un ejemplar de la Constitución de Ecuador, que sostenía en una de sus manos. Al llegar al Complejo, saludó a la prensa y dijo: "Por la Justicia, por Ecuador".
La decisión la tomó el Ministerio de Trabajo contra Abad por la "falta grave" por supuesto "abandono injustificado del trabajo por tres o más días laborales consecutivos", luego de que no llegara en la fecha prevista a Ankara (Turquía), ciudad en la que debía presentarse proveniente de Israel, donde el mandatario Daniel Noboa la envió en diciembre como "embajadora extraordinaria y plenipotenciaria".
¿Por qué se llegó a este punto?
Desde que inició la actual Administración en Ecuador, Noboa ha tratado de alejar a Abad. Además de la sanción del Ministerio de Trabajo, la vicepresidenta fue multada por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) con 20 salarios básicos unificados, es decir, 8.500 dólares, al determinar que incurrió en campaña anticipada en las Elecciones Seccionales (locales y provinciales) de 2023. Sin embargo, la multa no supuso la destitución ni pérdida de los derechos políticos.
La suspensión del cargo fue catalogada por Abad como "una grosera violación a la Constitución y a las leyes ecuatorianas", que se da "luego de tantos ataques ejecutados por parte del presidente Daniel Noboa, sus ministros y su círculo cercano". El lapso de la sanción coincide con el período de la campaña electoral.
Según la Constitución ecuatoriana, el mandatario en funciones debe pedir licencia para realizar sus actos proselitistas, si desea optar a la reelección, dejando su cargo en manos de la vicepresidenta. Tras la suspensión de Abad, Noboa nombró como encargada de esa cartera a Sariha Moya.