La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner encabezó este lunes una reunión del Consejo del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires, junto a dos referentes clave del peronismo: el exministro de Economía Sergio Massa y el actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Del encuentro, realizado en la localidad de Moreno y con una duración de cuatro horas, participó también Máximo Kirchner, hijo de la exmandataria y titular del PJ bonaerense.
Más allá del contenido de la reunión, el cónclave del PJ sirvió para mostrar una ansiada foto de unidad del principal espacio opositor, luego de una crisis interna que debilitó el espacio y le dio aire al Gobierno de Javier Milei.
En clave política
De acuerdo a un reporte de La Nación, Cristina Fernández, figura central en esta cita, pidió a sus compañeros dejar de pelear, de actuar en clave electoral individual y pensar más bien en clave política.
Según afirmó un dirigente peronista al diario Página/12, la reunión tuvo como objetivo "volver a conectar y dejar atrás las internas".
De hecho, fue la primera vez que Massa, excandidato a presidente en 2023, Kicillof, reelecto en la provincia, y la líder del PJ a nivel nacional, Cristina Fernández, se volvían a encontrar públicamente desde las elecciones.
El plan 'Kicillof 2027'
Por otra parte, Kicillof, autoridad máxima del distrito más poblado del país, es el principal aspirante del peronismo de cara a la presidencia, aunque las elecciones serán recién en 2027.
El exministro de Economía de Cristina Fernández (2013-2015) es uno de los gobernadores que más enfrenta las políticas de Milei. Este lunes, por ejemplo, propuso que su administración se hiciera cargo de Aerolíneas Argentinas ante una eventual privatización.
"Si el Gobierno nacional quiere vaciar o vender Aerolíneas Argentinas a una empresa extranjera o a un grupo amigo, la provincia de Buenos Aires no lo va a permitir", dijo durante una conferencia de prensa en la ciudad de La Plata, citó el diario Tiempo Argentino.
El peronismo se había sumido en una crisis por la pelea de Fernández de Kirchner con Axel Kicillof. Después de meses de alejamiento, la expresidenta esperaba que Kicillof apoyara su candidatura para dirigir el partido, cosa que el gobernador no hizo, lo que enfrió todavía más la relación. Hasta hoy, el vínculo continuaba roto.