Los fabricantes chinos de componentes para vehículos aéreos no tripulados han empezado a restringir las ventas de sus productos a EE.UU. y los países europeos, en medio de las crecientes tensiones comerciales entre Pekín y Occidente, informa Bloomberg citando fuentes.
Según varias fuentes, los productores chinos limitaron o dejaron de suministrar por completo motores, baterías y controladores de vuelo para los drones, lo que ya afectó a las compañías estadounidenses y europeas. La introducción de estas restricciones es un preparativo para las medidas restrictivas más amplias que los funcionarios occidentales esperan que Pekín imponga en el nuevo año, indicaron personas familiarizadas con el asunto.
Las nuevas normas para la venta de piezas de drones podrían incluir la obtención de licencias y la obligación de que las empresas chinas notifiquen al Gobierno sus planes de suministro. De acuerdo con datos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, China controla casi el 80% del mercado de drones comerciales.
Las restricciones y futuros riesgos obligan a las empresas occidentales que anteriormente le compraban al gigante asiático los componentes necesarios para la fabricación de drones, incluidos los suministrados a Ucrania, a buscar otros proveedores. "Comprar piezas de drones chinas ya no es algo aceptable en Occidente […] Las restricciones chinas son solo parte de un proceso que ya estaba en marcha", afirma James Earl, expiloto militar británico y fundador de varias empresas de drones.
Las medidas restrictivas chinas son una respuesta a las nuevas sanciones estadounidenses "diseñadas para perjudicar aún más la capacidad de la República Popular China (RPC) de producir semiconductores de nodos avanzados". En este contexto, Pekín prometió "tomar medidas decididas para salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos" de sus empresas.