¿Qué le depara a Irán el "amanecer de una nueva era en Siria"?

Tras haber desempeñado un papel importante en el conflicto sirio, Teherán se halla ahora en una encrucijada: debe reconsiderar su influencia en Siria o correr el riesgo de perder a su aliado estratégico del eje de resistencia.

La renuncia a la presidencia de Siria por parte de Bashar al Assad no solo marcó el destino del país, sino que también afecta el panorama geopolítico en Oriente Medio y representa un "revés significativo para las ambiciones de política exterior de Irán", opina el analista político y experto en la República Islámica y Oriente Próximo, Farjad Ibraguímov, en un artículo para RT.

"El amanecer de una nueva era para Siria sin duda afectará a la geopolítica de Oriente Medio en general, incluida la política exterior de Irán. Teherán, que tiene profundos vínculos históricos, religiosos y culturales con Siria, necesita recalibrar su estrategia para alinearse con la realidad cambiante", sostiene el politólogo.

Pérdida de un aliado estratégico

Durante años, Siria ha sido la "columna vertebral del eje de resistencia" iraní, diseñada para contrarrestar la influencia de Occidente e Israel y aumentar el papel de Teherán en Oriente Medio, señala el experto. Ahora, la renuncia de Al Assad es percibida en el país persa "como una señal de que esta estrategia —y, de hecho, la influencia de Irán en toda la región— se ha debilitado significativamente", afirma.

El politólogo recordó que desde el comienzo del conflicto en Siria en 2011, Teherán ha invertido "importantes recursos" en apoyar a Bashar al Assad proporcionando ayuda militar y económica, así como con "expertos militares y fuerzas chiitas".

"Siria ha sido un aliado estratégico de Irán durante décadas, sirviendo como un corredor vital para el suministro de armas y apoyo a Hezbolá en el Líbano, y una plataforma política para consolidar un frente antioccidental y antiisraelí", dijo.

Además, el grupo chiita libanés Hezbolá, que dependía en gran medida del apoyo iraní que recibía a través de territorio sirio, "ahora es mucho más vulnerable" y su adversario común Israel, "confiado en que Teherán ya no tiene un control considerable sobre la región", puede "aumentar la presión sobre la infraestructura iraní en Siria", añade.

La renuncia de Al Assad "cambia fundamentalmente el equilibrio de poder" en la región, opina el politólogo. En primer lugar, es probable que los nuevos partidos políticos en Siria "se distancien de Irán" buscando mejorar las relaciones con Occidente, otros países árabes y Turquía. A pesar de ello, Teherán "planea aprovechar sus vínculos económicos, culturales y religiosos para fortalecer su presencia en Siria" y puede ofrecer "nuevas formas de cooperación", como el desarrollo de infraestructura y la reconstrucción posterior al conflicto para mantener su influencia en el país árabe.

No obstante, algunos expertos iraníes creen que el nuevo liderazgo sirio será cauteloso a la hora de cooperar con Irán y tratará de evitar la dependencia de una sola potencia, por lo que "Teherán no descarta la posibilidad de que, cuando la oposición llegue al poder, Siria pueda convertirse en una plataforma para contener a Irán, lo que complicaría aún más la situación".

En segundo lugar, la salida de Al Assad "socava la imagen de Irán como garante de estabilidad para sus aliados" y "el debilitamiento de la influencia de Irán en Siria complica su posición en toda la región", sostiene Ibraguímov.

"Para Irán, la pérdida de Siria como aliado firme es un fracaso estratégico que debilita su posición regional y puede dar lugar a relaciones potencialmente tensas con los países vecinos que cada vez más ven a Irán como una fuente de inestabilidad en lugar de una fuerza unificadora", continúa.

De este modo, el politólogo resume que en esta nueva realidad las futuras relaciones entre Irán y Siria siguen siendo inciertas: "Teherán tendrá que adaptarse a la dinámica geopolítica cambiante y buscar formas de preservar su influencia, especialmente porque los medios tradicionales de influencia pueden resultar insuficientes".

Rastro de Kiev

En medio de los recientes acontecimientos drásticos en Siria, los funcionarios iraníes han lanzado acusaciones contra el régimen de Kiev de apoyar a las milicias sirias en el terreno. El politólogo recuerda que Ibrahim Rezaei, portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva Islámica, había afirmado que Ucrania está apoyando a los grupos armados de oposición en Siria proporcionándoles drones. Rezaei señaló que los milicianos "están mejor equipados que antes", porque el régimen de Kiev les "entregó drones" y "debería rendir cuentas por ello".

"Si bien Kiev aún no ha respondido a estas acusaciones, la intensa retórica antiiraní que proviene de ciertos medios de comunicación estrechamente afiliados al líder del [régimen] ucraniano Vladímir Zelenski sugiere que puede haber algo de verdad en las afirmaciones de Irán", señala Ibraguímov.

Por otro lado, el experto menciona que en septiembre "importantes fuentes de los medios de comunicación turcos informaron que la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania (GUR) había establecido contacto con los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS)". De acuerdo con datos de la investigación de periodistas turcos, recogidos por Ibraguímov, los representantes de la inteligencia ucraniana y los militantes de HTS mantuvieron reuniones en repetidas ocaciones en los últimos meses.

La República Islámica también afirmó poseer evidencia creíble de que el régimen de Kiev había entrenado a los militantes del HTS para operar drones de combate y que había actuado como mediador en el suministro de armas al grupo militante a través de canales ilícitos.