Dos creadoras de contenido se encuentran en medio de un conflicto legal para determinar si una de ellas copió el estilo minimalista y la estética neutra de la otra en redes sociales. El caso ha llegado al Tribunal de Distrito Oeste de Texas, en EE.UU., en busca de una base judicial.
Sydney Gifford, de 24 años, acusa a la 'influencer' Alyssa Sheil, de 21 años, de copiar su estilo estético de 'clean girl', una tendencia elegante y discreta en la que basa sus publicaciones. Gifford afirma tener evidencia de que Sheil imita en las redes sus atuendos, poses, promociones de productos de Amazon e incluso la forma de hablar, informan medios locales.
En enero, Gifford, que tiene más de 600.000 seguidores en TikTok, decidió registrar los derechos de autor de varias de sus publicaciones tras observar la supuesta imitación de Sheil, que cuenta con más de 430.000 seguidores.
La creadora de contenido afectada sostiene que al robarle su estilo y beneficiarse de ello, Sheil le debe entre 30.000 y 150.000 dólares por la angustia mental generada y la pérdida de comisiones por ventas de Amazon, empresa con la que colabora.
La demanda formal, puesta en abril, acusa a Sheil de violar intencionalmente los derechos de autoría de Gifford. Sin embargo, la demandada niega haberla copiado y ha decidido defenderse.
Las dos creadoras de contenido se conocieron a finales de 2022, encontrándose en dos ocasiones con una tercera 'influencer'. La primera reunión fue para apoyarse mutuamente en sus proyectos. El mes siguiente, el encuentro se repitió para una sesión de fotos en la que Sheil dijo haberse sentido "excluida", por lo que habría bloqueado a Gifford de todas sus plataformas.
"Cuando recibí la orden [de cese y desistimiento], me sentí muy molesta. Estaba llorando, estaba en choque", dijo Sheil. "Estaba muy confundida, porque el nombre [de Gifford] ni siquiera me había venido a la mente desde que la bloqueé", agregó.
¿Qué dicen los expertos?
"Lo más difícil para los demandantes en este caso es demostrar que en esas fotos y videos hay algo que pueda ser protegido por los derechos de autor, que hay una creatividad que fue copiada", estima Blake Reid, profesor de Derecho en la Universidad de Colorado Boulder, citado por The Verge.
Mientras, Rose Leda Ehler, abogada de un bufete de Los Ángeles, comentó a The New York Times que aunque los registros de derechos de autor permiten reclamar una infracción, no garantizan la propiedad de un estilo.
Si el caso llegara a los tribunales, se convertiría en un precedente que revolucionaría la industria de los creadores de contenido que se ganan la vida exhibiendo sus estilos. Sin embargo, Ehler cree que las partes "probablemente resolverán el asunto antes de llegar a juicio".