La Justicia de Argentina sobreseyó este martes a los dos rugbistas franceses acusados en julio por presunto abuso sexual, durante una estadía del seleccionado de Francia en la provincia de Mendoza, informó el medio local MdZ.
Tras analizar el expediente, la jueza Eleonora Arenas desestimó la denuncia contra Oscar Jegou y Hugo Auradou, quienes habían sido denunciados por una mujer de 39 años a la que habían conocido en una discoteca.
La presunta víctima relató entonces que los deportistas la llevaron al hotel donde se alojaban, y que allí había sido agredida sexualmente por ambos. Los rugbistas franceses no negaron haber tenido relaciones sexuales con la mujer, pero coincidieron en su testimonio que el encuentro había sido consentido.
"La decisión de la magistrada se basa en el artículo 353, inciso 2, que indica que el hecho no encuadra en una figura penal, es decir, se da la atipicidad del hecho. En conclusión, el hecho investigado no constituye delito", indicó la Secretaría de Información Pública de la Suprema Corte de Justicia en un comunicado citado por Olé.
"Consentimiento"
Uno de los abogados defensores de los jugadores europeos, Germán Hnatow, sostuvo en la audiencia judicial de este martes: "Como esperábamos, los jugadores de Francia han sido sobreseídos y lo importante es destacar que el hecho fue consentido, es decir que aquí no hubo ningún tipo de delito ni hubo ningún tipo de duda de que los chicos son inocentes".
Si bien aclaró que la querella aún cuenta con dos instancias de apelación, el letrado destacó el peso que tiene el fallo de la magistrada Arenas: "Lo importante es que ya es una declaración de inocencia de un órgano jurisdiccional que valora y examina todo el proceso, y la conclusión es tajante", remarcó.
Tras la denuncia presentada el 8 de julio, Hugo Auradou y Oscar Jegou estuvieron detenidos más de 30 días bajo prisión domiciliaria y con tobillera electrónica. En agosto fueron liberados pero recién pudieron regresar a su país en septiembre, aunque continuaban siendo investigados.
Durante el proceso, los fiscales sospecharon que se trataba de una falsa acusación, ya que detectaron la existencia de "notorias contradicciones, inconsistencias, zonas grises y hasta explicaciones insuficientes" con respecto a la denuncia.