Un nuevo estudio sobre los niños que conviven con la guerra en la Franja de Gaza ha revelado que el 96 % de ellos siente que su muerte es inminente y casi la mitad desea morir como consecuencia del trauma que han sufrido, según el Centro Comunitario de Formación para la Gestión de Crisis, basada en Gaza, y la organización War Child Alliance, que realizaron la investigación.
El informe examinó el impacto de la guerra en el enclave palestino, que comenzó el 7 de octubre de 2023, sobre las familias y el bienestar psicológico de sus hijos. Se centró específicamente en los efectos conductuales y emocionales de la violencia en los niños e identificó sus necesidades básicas inmediatas tras más de un año de conflicto militar. Los especialistas preguntaron en una encuesta a los padres o cuidadores de 504 niños de familias en las que al menos uno de los hijos es discapacitado, está lesionado o no está acompañado.
La investigación arrojó que el 96 % de los niños cree que su muerte es inminente y el 49 % de los ellos desea morir. Además, el 92 % no acepta la realidad, el 87 % muestra un miedo grave, el 79 % sufre pesadillas, el 77 % evita hablar de sucesos traumáticos, el 73 % muestran síntomas de agresividad (92 % niños y 54 % niñas) y muchos tienen signos de retraimiento y ansiedad grave, junto con una sensación generalizada de desesperanza.
Niños traumatizados
"Hemos preguntado a niños heridos, separados y discapacitados y a sus cuidadores sobre el peaje de la guerra en sus vidas. Sus respuestas son devastadoras, pero, lamentablemente, no sorprendentes. Este estudio refuerza lo que hemos visto, oído y presenciado durante más de un año. Los niños están traumatizados por esta guerra, y debemos responder", declaró un portavoz del Centro Comunitario de Formación para la Gestión de Crisis.
Asimismo, los resultados del estudio mostraron que las familias sufren pobreza y escasez de recursos, mientras el desempleo afecta al 86 % de ellas. Una parte significativa de estas familias está encabezada por menores de 17 años. Muchas personas han sido desplazadas varias veces y se ven obligadas a vivir en campamentos sin acceso a agua potable ni electricidad.
Los investigadores subrayaron la importancia de ofrecer servicios esenciales para los niños discapacitados, heridos, separados de sus familiares o cuya familia fue asesinada. Según los especialistas, estas intervenciones inmediatas deberían incluir apoyo psicosocial, el desarrollo de un sistema para conectar a las familias con los proveedores de servicios locales y la provisión de suministros médicos críticos y suplementos nutricionales. Además, hay una clara necesidad de suministrar dispositivos de asistencia como sillas de ruedas, muletas y audífonos, ropa de invierno y kits de higiene para garantizar el bienestar de los niños.