El 'jaque' al senador preso que cambia el tablero del Congreso argentino
La crisis política que desató la detención del senador argentino Edgardo Kueider, quien trasladaba más de 200.000 dólares en efectivo y sin declarar, derivó en una inesperada victoria de la oposición y una nueva polémica en el país.
El jueves, el Senado aprobó la expulsión de Kueider con 60 votos a favor, seis en contra y una abstención, al culminar una sesión parlamentaria cargada de tensión y de intercambio de acusaciones por corrupción entre todas las fuerzas políticas.
Las bancadas oficialistas de La Libertad Avanza y Propuesta Republicana (PRO) se resistieron a la expulsión, ya que pretendían que el senador solo fuera suspendido durante tres meses sin goce de sueldo.
Senado.Acta de votación.Expulsión de Kueider. pic.twitter.com/SvCC40eqG3
— Déborah de Urieta (@ddeurieta) December 12, 2024
Por el contrario, el peronista Frente de Todos, que es el bloque opositor más grande y responde a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, era el principal impulsor de la salida de Kueider, ya que así podría sumar una nueva curul.
Ello se debe a que Kueider asumió su banca en 2019 en nombre del Frente de Todos, pero este año cambió de bando y se alió con Milei. Su sustituta es Stefania Cora, quien sigue fiel al peronismo.
De esta forma, la expulsión de Kueider implicaba que el Gobierno perdería un voto que quedaría en manos del kirchnerismo.
Sin salida
En ese jaloneo de fuerzas políticas, fue fundamental el papel que desempeñó la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien justo antes de que comenzara la sesión ordenó el allanamiento de empresas vinculadas a Kueider, así como su desafuero y extradición de Paraguay, en donde cumple prisión domiciliaria desde la semana pasada.
La medida judicial se convirtió en una presión para la bancada oficialista, que quedó sin argumentos para defender a Kueider, más allá de denunciar la "hipocresía" del kirchnerismo, que condenaba la corrupción de uno de sus exmiembros.
Cuando comenzó la sesión, había un virtual empate técnico a favor y en contra de la expulsión de Kueider, pero luego la balanza se inclinó hacia la propuesta del kirchnerismo, ya que los oficialistas no querían quedar pegados a una narrativa que los hiciera ver como defensores de un político detenido 'in fraganti'.
Al final, ganó la oposición por partida doble, ya que el oficialismo sumó en el orden del día la expulsión de Oscar Parrilli, un senador procesado por el delito de "encubrimiento agravado" en la causa que investiga el memorándum que el Gobierno de Fernández de Kirchner firmó en 2010 con Irán, como parte de las pesquisas sobre del atentado terrorista que la Asociación Mutual Judía Argentina (AMIA) sufrió en 1994.
Pero la iniciativa con la que el Gobierno intentaba equilibrar la balanza y sacarle un senador al kirchernismo fue rechazada y ni siquiera se debatió.
Controversia
El conflicto continuó después de que Kueider fuera expulsado, ya que el senador libertario Carlos Pagotto pidió la nulidad de la sesión por considerarla ilegal, ya que fue presidida por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, a pesar de que en ese momento ya era presidenta en funciones porque Javier Milei había partido a una gira oficial a Italia.
Su conclusión es que Villarruel no podría ejercer las dos funciones de presidenta del Senado y del país al mismo tiempo. El reclamo se inscribe en la fuerte pelea que sostienen Milei y la vice, por lo que el escándalo del senador profundiza las divisiones dentro del Gobierno.
Además, como parte de la estrategia para responder a la derrota parlamentaria, las cuentas en redes sociales que responden al oficialismo comenzaron a promover la expulsión de los más de 30 diputados y senadores opositores que, al igual que Kueider, tienen causas judiciales abiertas, aunque todavía no han sido condenados.