Un buque cisterna ruso, cargado con fueloil, naufragó en el estrecho de Kerch, a unos 8 kilómetros de la costa. Debido a una fuerte tormenta, el buque se partió por la mitad: la proa resultó arrancada y la tripulación se vio obligada a resguardarse en la popa.
Durante la operación de rescate, los 13 marineros que se encontraban a bordo de la nave fueron evacuados, pero uno de ellos acabó falleciendo.
En la misma zona, otro buque cisterna también sufrió daños. Un total de 14 personas se encuentran a bordo y se ha podido establecer la comunicación con ellos. Los servicios de emergencia han empezado a preparar las labores de socorro.
Se informa que el primer buque había encallado, mientras el segundo fue a la deriva hacia Taman. Posteriormente, también quedó encallado a unos 80 metros de la costa. Las embarcaciones transportaban en su totalidad cerca de 9.000 toneladas de fueloil.
Debido al incidente, se ha producido un derrame de productos petrolíferos. El lunes, los ecologistas inspeccionarán la costa del estrecho de Kerch, que podría sufrir contaminación por petróleo.
El suceso provocó la apertura de dos causas penales, posteriormente una de ellas fue reclasificada a un delito más grave, en relación con la muerte de un marinero.