El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha recibido el alta hospitalaria este domingo, tras pasar casi una semana ingresado por un hematoma en la cabeza.
A pesar del alta, los médicos le han recomendado al mandatario que permanezca en la ciudad de Sao Paulo hasta el jueves, cuando se someterá a una tomografía computarizada, recoge el diario Folha de S.Paulo.
Según el cardiólogo Roberto Kalil, médico personal de mandatario, Lula tendrá algunas restricciones en los próximos 30 días, como la actividad física y los viajes internacionales.
Lula, de 79 años, fue operado de urgencia en la madrugada del martes para drenar un hematoma en la cabeza, que surgió como consecuencia del accidente que sufrió en su domicilio el pasado 19 de octubre.
Dos días después, el jueves, fue sometido a un nuevo procedimiento médico. Se trató, de acuerdo con Kalil, de una intervención de "bajo riesgo" y "relativamente sencilla", que duró menos de una hora; aclaró que no fue otra cirugía ni se realizaba en quirófano, sino que consistía en un cateterismo complementario a la operación ya realizada previamente y que "el objetivo fue prevenir posibles nuevos sangrados".