Rafel Louzán ha sido elegido este lunes nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras la votación de la asamblea de este órgano, que tenía que decidir entre dos candidatos, según recoge ElDiario.es.
Louzán fue vicepresidente de este organismo con su predecesor, Pedro Rocha, y si bien era el candidato favorito para alcanzar la Presidencia, también llega con polémica bajo el brazo, ya que fue condenado por prevaricación e inhabilitado para ejercer cargos públicos durante siete años.
La condena data de 2021, cuando un juzgado consideró probado que Louzán, entonces presidente de la Diputación de Pontevedra, había pagado casi 90.000 euros por unas obras que ya se habían ejecutado casi por completo con un contrato anterior.
Condena pendiente de recurso
El nuevo presidente ha podido evadir la inhabilitación debido a que su condena todavía no es firme. Presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que deberá resolverlo el próximo mes de febrero.
Si la resolución es favorable, Louzán conducirá la Federación durante los próximos cuatro años y estará al frente de la institución durante el Mundial en el que España albergará su sede, junto con Portugal y Marruecos. Todo un hito para el deporte español.
Sin embargo, si el Supremo no le da la razón se prevé que continuará el lío jurídico con más recursos por parte del propio Louzán o de la RFEF, que ahondarán la imagen que arrastra la Federación, incluso a nivel internacional, en el último año y medio.
Un año y medio de escándalos
En este periodo de tiempo los escándalos y causas judiciales se han sucedido, desde que explotara el caso del beso no consentido a la futbolista Jenny Hermoso tras la final del Mundial femenino de fútbol del año pasado.
Después de eso el entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, se vio envuelto en procesos judiciales que indagan sobre su gestión, sobre todo en el campo económico, y que todavía están presentes de resolver. Además, su sucesor en el cargo, Pedro Rocha, fue inhabilitado durante dos años por el Tribunal Administrativo del Deporte el pasado mes de septiembre por excederse en las funciones encomendadas como presidente de la comisión gestora que tomó las riendas de la Federación precisamente tras la dimisión de Rubiales.