Lula celebra la aprobación en el Congreso de un proyecto clave para la reforma tributaria
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró este miércoles la aprobación en Congreso de un proyecto clave para echar a andar la reforma tributaria que impulsa su administración.
En su cuenta de X, Lula calificó el evento como "hito histórico", recalcó que "después de 40 años de discusiones" se había logrado "construir y aprobar una propuesta que garantizará un sistema tributario más simple, más eficiente, justo y transparente".
"Se trata de un paso fundamental para impulsar el desarrollo económico, atraer inversiones, fomentar la competitividad del sector productivo y reducir las desigualdades sociales y regionales", valoró el mandatario.
Asimismo, aseguró que se trata de "un logro colectivo, resultado del diálogo, la cooperación y el compromiso entre diferentes sectores de la sociedad, el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional y que posiciona al país en un camino más próspero y sostenible".
El reglamento fue aprobado en la víspera por la Cámara de Diputados con 324 votos a favor y 127 en contra, y en él se establecen los mecanismos para el financiamiento y recaudación del nuevo sistema de tributos sobre mercancías y servicios, que empezará a regir plenamente en 2033 tras una transición que iniciará en 2026, recoge G1.
¿Qué contempla la propuesta?
La iniciativa contempla la exención de impuestos durante el primer año, así como la exclusión tributaria permanente de alimentos como la carnes de res, cerdo, cabra y aves, la mayor parte de los pescados, la leche, las fórmulas infantiles, cereales y quesos varios, harinas de alto consumo, sal, azúcar, tés, huevos, algunas verduras, gran parte de las frutas y raíces y tubérculos.
En tanto, otros comestibles como crustáceos o moluscos, leches fermentadas y compuestos derivados, miel natural, aceites de uso doméstico, pulpas, jugos naturales, pan de molde o semillas tendrán descargos impositivos del 60 % sobre los tributos federales y municipales establecidos.
Adicionalmente, el reglamento estipula el cobro de un impuesto de casi 28 % sobre los bienes y servicios cuyo consumo se estima perjudicial para el medio ambiente o para la salud. La lista incorpora rubros como los cigarrillos, las bebidas alcohólicas, las bebidas azucaradas, barcos, aviones, vehículos automotores –tanto de combustión como eléctricos–, juegos de apuestas y actividades asociadas a la extracción de hidrocarburos y mineral de hierro.
Con respecto a las medidas de control, amén de fijar revisiones cada cinco años, se establece la posibilidad de bloquear la tasa general impositiva cuando se supere el límite de 26,5 % y se contempla la elaboración de un informe durante el período de transición (2026-2030) para estimar la tasa impositiva que estará vigente a partir de 2033. Si se superara el tope, el Ejecutivo tendrá que enviar al Congreso un proyecto de adaptación tributaria con el nuevo valor.
Descargos particulares
En cuanto a los descargos, si bien se establece que las personas naturales o jurídicas están obligadas a cancelar impuestos federales y municipales por concepto de operaciones inmobiliarias, precisa que las personas naturales cuyos ingresos anuales por concepto de alquileres sean inferiores a los 240.000 reales (unos 38.700 dólares) no tendrán que hacerlo.
Del mismo modo se modificará la base de cálculo de las cargas impositivas asociadas a la compra de inmuebles, terrenos y alquileres residenciales, para beneficiar a las familias de menos ingresos.
En la misma línea, la norma creó la figura del nanoempresario. En esta categoría se incluirán trabajadores que generen ingresos anuales brutos inferiores a los 40.500 reales (aproximadamente 6.530 dólares), pero también las personas que se dedican a labores como la conducción y el reparto de mercancías gestionadas desde aplicaciones.
En este último caso, se indica que el cálculo de los tributos se hará considerando solo el 25 % de lo que percibieron en un mes.