Algunos medios internacionales buscan presentar la llegada al poder de los grupos de oposición armada en Siria como una derrota de Rusia, pero no es cierto, afirmó el presidente ruso Vladímir Putin este jueves.
El mandatario recordó que Rusia envió a sus militares la pasada década al país árabe para "prevenir que se formara allí un enclave terrorista parecido a lo que se observó en algunos otros países como Afganistán".
"En general, hemos logrado nuestros objetivos. E incluso los grupos que antes luchaban contra el gobierno de Al Assad, las fuerzas gubernamentales, también han cambiado internamente. No en vano, hoy muchos países europeos y Estados Unidos quieran establecer relaciones con ellos", puntualizó Putin.
Subrayó que Rusia no tenía tropas terrestres en Siria sino dos bases militares —una aérea y la otra naval — mientras que el componente terrestre lo representaba el Ejército Árabe Sirio y las formaciones de combate proiraníes.
"Incluso retiramos las fuerzas de operación especial de allí en su momento. [Ya ] No luchamos allí", señaló Putin.
El presidente se centró en cómo se desarrollaron los eventos en Siria desde que los grupos armados de oposición lanzaron su ofensiva a finales del mes pasado: "Cuando los grupos armados de la oposición se acercaron a Alepo, la ciudad estaba defendida por unas 30.000 personas. 350 milicianos entraron en la ciudad. Las tropas del Gobierno y las llamadas unidades proiraníes se retiraron sin luchar, hicieron volar sus posiciones y se marcharon".
Indicó que tal escenario se repitió más o menos en toda Siria, salvo pequeñas excepciones.
Perspectivas de las bases rusas
El mandatario afirmó que, aunque la situación actual no es fácil en el país árabe, Rusia mantendrá relaciones con todas las facciones que controlan la situación allí y con todos los países de la región.
"La mayoría abrumadora de ellos nos dice que estarían interesados en mantener nuestras bases militares en Siria", mencionó.
Este asunto, sostuvo, requiere de deliberaciones acerca de las perspectivas de las "relaciones con las fuerzas políticas que controlan ahora la situación en ese país y lo harán en el futuro".
"Y nuestros intereses deben coincidir", remarcó.
De momento, indicó, hay algo ya que se puede hacer allí utilizando las bases mencionadas.
"Hemos propuesto a nuestros socios, incluidos los que están en Siria y los países vecinos, utilizar, por ejemplo, la base aérea de Jmeimim para llevar ayuda humanitaria a Siria. Y esto ha sido aceptado con comprensión y con el deseo de organizar este trabajo juntos", precisó.
Al Assad en Moscú
Putin también dijo que aún no se ha encontrado con el expresidente sirio Bashar al Assad desde que dejó su cargo y llegó a Moscú.
"Todavía no he visto al expresidente Al Assad tras su llegada a Moscú. Pero tengo previsto hacerlo", declaró.