Sin consenso y con un libertario en auge, asoma en Chile el "gen autodestructivo" de la derecha
En Chile, como en buena parte del mundo, las personas se concentran por estos días en la Navidad y el Año Nuevo. Nadie o casi nadie vislumbra aún el 16 de noviembre de 2025, cuando se realizará la primera vuelta en la elección presidencial, pero en la derecha opositora ya advierten de los riesgos de desunión.
A pesar de que diversos sondeos sitúan la desaprobación del presidente Gabriel Boric por encima de 60 %, no son pocos los especialistas que valoran como impredecible la elección del próximo año. Y entre la oposición hay sectores que llaman a tomar acciones.
Rodolfo Carter, quien fue alcalde de la comuna de La Florida durante casi 15 años, dejó el puesto hace poco y ahora es uno de los presidenciables. Y a inicios de este mes, llamó públicamente a la realización de primarias en el seno de la coalición derechista Chile Vamos.
Carter por primarias presidenciales: "Espero que Chile Vamos se abra a esa opción porque esto no se trata ni de Matthei ni de mí ni de Kast, se trata de nuestro país, de nuestro sector político y de cómo vemos el futuro del país"🔸 #MesaCentral » https://t.co/XEHkd8qkuZpic.twitter.com/yXCxzsa9eb
— T13 (@T13) December 1, 2024
"Espero que Chile Vamos se abra a esa opción, porque esto no se trata ni de Evelyn Matthei ni de mí, ni tampoco [de] José Antonio Kast; se trata de nuestro país, de nuestro sector político y de cómo vemos el futuro del país", afirmó al canal local T13.
Sus alusiones no son baladíes: mencionó a las dos personas que al parecer parten con ventaja, a menos de un año para los comicios. El 15 de diciembre pasado, la encuestadora Cadem difundió un estudio en el cual Matthei, exalcaldesa de Providencia, se consolida en el primer lugar con 26 %.
La empresa llamó a 6.823 personas de todo el territorio y les preguntó cuál era su opción, sin dar nombres. Kast, quien se ha postulado dos veces, quedó segundo con 8 %, mientras que de tercera apareció la dos veces mandataria Michelle Bachelet, quien ni siquiera ha dado indicios de querer concurrir.
"El ridículo"
Entrevistado en el programa Mesa Central, Carter insistió en que ir a las urnas sin consenso podría atomizar el resultado de su sector y facilitarle el triunfo al oficialismo, a pesar de que en los últimos 15 años derecha e izquierda se han alternado en el poder.
"No voy a ir por fuera. Para el sector político sería fatal llevar siete candidatos (…) Aparte de que haríamos el ridículo: tendríamos candidatos con 10 % y la izquierda muy potente con 35 o 40 %. ¿Tan pequeños somos, que no amamos a Chile?", interrogó.
Dos semanas después, Kast le respondió de forma indirecta. "Aquí lo que nosotros requerimos en la primera vuelta es ampliar el abanico de votos", comentó a Radio Agricultura, citado por La Tercera. "Yo les digo: compitamos en primera vuelta, va a atraer más votos", abundó.
Un criterio diferente tiene el analista político Patricio Navia, consultado por este medio. "Tendría más sentido hacer primarias y que de ahí salga un candidato único", juzga.
Kast ha abogado simplemente por apoyar al exponente derechista que pase al balotaje, como han hecho históricamente. "Pero muchas veces las divisiones que se dan en la primera vuelta hacen más difícil construir unidad para la segunda vuelta", considera Navia.
"Varias veces, en el pasado, la derecha se ha dividido y esa división termina produciendo efectos negativos en el electorado, que dice que si la derecha no es capaz de ponerse de acuerdo entre ellos, difícilmente va a poder poner de acuerdo a todo el país", opina.
La irrupción
El experto cataloga esto como el "gen autodestructivo" de la derecha chilena. "Si no es capaz de ponerse de acuerdo con gente de derecha que a lo mejor piensa distinto en algunas cosas pero no en otras, entonces difícilmente va a ser capaz de ponerse de acuerdo con gente de izquierda y con el resto del país, que pudiera pensar distinto", expone.
Es una fragmentación partidista a la que ahora se ha sumado un actor nuevo, el diputado Johannes Kaiser, cuya agrupación, el Partido Nacional Libertario, está en plenos trámites legales de creación.
Kaiser, catalogado como "el fantasma de Kast", aparece con 5 % en la encuesta de preferencia presidencial espontánea de Cadem. Defensor de la dictadura de Augusto Pinochet, es considerado una amenaza para las aspiraciones del ultraderechista excandidato presidencial.
En los últimos años, Kast se había consolidado como la figura conservadora más dura en Chile, pero Kaiser está más a su derecha y cada vez tiene más preponderancia en la opinión pública.
Se trata de una suerte de novela que cada vez tiene más espacio en la prensa, especialmente luego de que Kaiser renunció al Partido Republicano, a principios de año, tras negarse a votar a favor del plebiscito constitucional que lideró la formación fundada por Kast.
"Kaiser es más radical en la derecha, pero tú siempre puedes tener a alguien más radical a la derecha. Lo que pasa es que normalmente, si tomas posiciones más radicales de derecha, los más extremistas están más felices, pero son menos. Hacen más ruido, pero no son tantos", considera Navia.
Ese "fantasma" persigue ahora a Kast a cuanto set de televisión o redacción visite. "Kaiser le habla a un segmento de la población algo distinto al que le hablo yo", aseveró Kast sin darle mayor importancia.
"Si Kaiser llega a ser candidato, probablemente no va a sacar tanta votación como Kast (…) pero va a terminar dividiendo a la derecha", avizora Navia.
"La madre de todas las batallas"
En otra entrevista reciente, pero con radio Infinita, Kast llamó a Matthei a pronunciarse sobre la "madre de todas las batallas", en referencia al debate por la reforma de pensiones, la gran apuesta de Boric para dejar un legado antes de ceder el cargo en 2026.
Lo hizo luego de que Chile Vamos, y específicamente la Unión Demócrata Independiente (UDI), se manifestara dispuesta a negociar con el Ejecutivo para abordar la reforma previsional. "Me parece, sí, que es bueno que se intente un diálogo serio, sobre todo pensando en el futuro, sobre todo pensando en Chile", apuntó Matthei.
"Si va a haber o no va a haber un acuerdo, no lo sabemos aún. Yo lo único en que he intervenido es para que por lo menos en Chile Vamos tratemos de estar todos unidos en lo que sea finalmente el resultado", contestó la abanderada de la UDI.
El jueves anterior, durante un evento en la región de Ñuble, Boric se refirió brevemente al asunto. "Estamos cerquita, parece que estamos cerquita", expresó con una leve sonrisa en medio de aplausos. "Pero ya hemos cedido bastante y acá en un acuerdo todos tienen que ceder", instó.
La UDI ha declarado su aquiescencia a la opción de que el 6 % de cotización adicional no vaya íntegramente a cuentas individuales, un canon histórico desde que se implementaron las administradoras de fondos de pensiones en la nación austral. Una postura que generó indignación en Republicanos.
"La discusión sobre las pensiones muestra que hay algunos en la derecha que son puristas y dicen: 'Si no llegamos a un acuerdo con todas las cosas que me gusten a mí, el acuerdo no vale'. Y otros dicen: 'Pues hay que llegar a un acuerdo para demostrar que somos capaces de dar gobernabilidad a Chile'. Esa es la disputa, ¿no?", detalla Navia.
Una "moneda al aire"
El experto señala que el conflicto se ha exacerbado hasta niveles de "cuasi guerra civil", lo que al final debilitará a este grupo de la política chilena y favorecerá a la izquierda, pero dejando al mismo tiempo la puerta abierta para resultados insospechados.
"El electorado en Chile quiere que las cosas cambien, pero quiere que las cosas cambien para bien. Entonces, para abandonar a la izquierda, el electorado tiene que ver una derecha que es capaz de dar gobernabilidad. Si piensa que la izquierda no da gobernabilidad y la derecha no da gobernabilidad, entonces se decepciona", plantea.
Para 56,2 % de la población, Chile va en la dirección incorrecta, y para 43,8 % está estancado, según expuso el Pulso Ciudadano más reciente, de la consultora Activa.
"Y como igual están obligados a votar, terminan tirando una moneda al aire, pero con pocas expectativas de que las cosas vayan a mejorar. Ese es el peor escenario para el país", alerta Navia. "El desafío para ganar una elección es que necesitas ganar a los votantes moderados, que son los que te dan la mayoría", reflexiona.