Haití declara estado de emergencia para luchar contra la violencia que arrasa el país
El Gobierno de Haití declaró estado de emergencia en todo el país durante un mes, una medida que se extenderá desde el 22 de diciembre hasta el próximo 21 de enero de 2025.
El objetivo es "facilitar las intervenciones de las fuerzas del orden permitiendo la lucha contra la inseguridad y hacer frente a la crisis agrícola y alimentaria del país", según el comunicado emitido el miércoles por la Oficina de Comunicación del primer ministro.
El anuncio fue realizado tras la celebración del último Consejo de Ministros, junto con otra serie de decisiones con la finalidad de responder a los desafíos que enfrenta la nación, especialmente en el ámbito de la seguridad, en vista de la espiral de violencia en la que se encuentra sumergida desde hace mucho tiempo.
Así, también se destaca la creación de un Consejo de Seguridad Nacional (CNS), satisfaciendo las exigencias del Acuerdo Político para una Transición Pacífica y Ordenada en el país alcanzado el 3 de abril de 2024.
Ataque a un hospital en Puerto Príncipe
Esta semana, el Hospital Bernard Mevs, al sur de Puerto Príncipe, fue atacado por pandilleros. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó el hecho como "espantoso".
"Ha dejado a la población del país con un solo gran hospital todavía en servicio. Los haitianos se enfrentan a algunos de los peores casos de violencia imaginables y sus necesidades de salud no hacen más que aumentar", dijo Ghebreyesus en una publicación en sus redes sociales en la que reseñó que su organización está proporcionando "medicamentos, suministros sanitarios y otro tipo de apoyo".
Haití vive una gran inestabilidad social y política desde que el presidente Jovenel Moise fuera asesinado en su residencia en julio de 2021. Poco después, Ariel Henry ocupó el puesto de primer ministro hasta marzo de este año, cuando renunció en medio de críticas y presión por parte de las pandillas que dominan buena parte del territorio nacional.
Tras la salida de Henry, se estableció un Consejo Presidencial de Transición con dos tareas fundamentales: pacificar el país y crear las condiciones necesarias para celebrar las primeras elecciones en una década.