El canciller brasileño Mauro Vieira descartó cualquier posibilidad de que el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, pueda influir en los procesos legales que enfrenta el ultraderechista Jair Bolsonaro.
"La opinión que cualquier jefe de Estado pueda tener sobre este tema no tiene influencia alguna porque es una decisión del Poder Judicial brasileño y del más alto nivel, en el Supremo Tribunal Federal", comentó Vieira en una entrevista al diario Estado de Minas.
También hizo referencia a la buena relación que mantuvo Lula en sus anteriores mandatos (2003-2006 y 2007-2020) con el exmandatario estadounidense George W. Bush (2001-2009), a pesar de sus diferencias ideológicas.
"Ellos [Lula y Bush] tuvieron un gran diálogo, una gran relación, a pesar de que los partidos tenían posiciones diferentes, pero nunca hubo ningún tipo de antagonismo. Al contrario, mucho diálogo, mucha discusión, mucha integración y resultados favorables", recordó.
Y matizó: "Con el regreso del presidente Trump al gobierno americano, estoy seguro de que ese es el camino a seguir en las relaciones bilaterales".
En una entrevista a finales de noviembre con The Wall Street Journal, Bolsonaro dijo que pretendía postularse a las elecciones de 2026, pese a estar inhabilitado políticamente hasta 2030. "Trump ha vuelto y es señal de que nosotros también volveremos", aseveró entonces.
Por otro lado, el canciller brasileño respondió a las recientes críticas de Trump sobre los aranceles de Brasil a los productos de EE.UU. y señaló que el sistema tributario brasileño está dentro de los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
No obstante, Vieira se mostró dispuesto a dialogar. "Es natural que los países y los gobiernos tengan posiciones diferentes sobre determinadas cuestiones, pero para eso existe la diplomacia", sentenció.
"Encuentros normales"
En el ámbito regional, Vieira abordó los nexos del Gobierno con Argentina y aseguró que la relación es "fluida". "Encuentros normales, diálogos normales. Los intereses nacionales estarán siempre por encima de cualquier diferencia política, al menos, por parte de Brasil, puedo garantizar", dijo.
Lula y Milei mantienen una tensa relación caracterizada por las diferencias ideológicas que se expresan incluso en el seno del mecanismo regional. Ambos mandatarios se encontraron en la Cumbre del G20, realizada en Río de Janeiro, donde los medios calificaron de "frío" el apretón de manos entre los dos y recientemente en Montevideo, Uruguay, en el marco de la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Sobre ese último tema, Vieira estimó que el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea (UE) podría firmarse a principios del segundo semestre del año y sostuvo que el texto final atiende las demandas de Francia. "Obviamente, los franceses siempre han defendido los intereses de los agricultores franceses y siempre dijeron que necesitaban un acuerdo más moderno y querían una actualización. Eso es exactamente lo que logramos", añadió.
La cumbre de la capital uruguaya fue histórica para el bloque sudamericano, ya que selló el tratado de libre comercio (TLC) con la UE, un acuerdo esquivo que llevó 25 años de negociaciones.
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