Durante su felicitación anual de Navidad, el papa Francisco instó este sábado a los empleados del Vaticano a dejar de cotillear y a no hablar mal unos de otros.
"Pensé en hablar bien de los demás y no hablar mal de ellos. Es algo que nos concierne a todos, incluso al papa —obispos, sacerdotes, consagrados, laicos— y respecto a lo cual todos somos iguales. ¿Por qué? Porque toca nuestra humanidad", señaló el sumo pontífice.
Asimismo, agregó que este enfoque es una expresión de humildad, lo que constituye un rasgo esencial del cristianismo, de tal forma que una comunidad eclesial vive en "armonía gozosa y fraterna" en la medida en que sus miembros respetan este aspecto, renunciando a pensar mal y a hablar mal de los demás.
"En varias ocasiones he hablado de la cháchara. Es un mal que destruye la vida social, enferma el corazón de la gente y no conduce a nada. La gente lo dice muy bien: 'La cháchara no es nada'. Tened cuidado con esto", insistió el papa Francisco.
No es la primera vez que el papa aprovecha su discurso navideño para reconvenir a los funcionarios del Vaticano. Así, en 2022, Francisco dijo a los clérigos que, al vivir en el corazón de la Iglesia católica, "podríamos caer fácilmente en la tentación de pensar que estamos seguros, que somos mejores, que ya no nos tenemos que convertir". No obstante, los habitantes del Vaticano —señaló— corren un mayor riesgo porque están "acosados por demonios educados" que entran "sin que uno se dé cuenta".