Un hombre fue asesinado a tiros en un centro de reclutamiento al intentar ayudar a su hijo movilizado, afirmó este domingo el legislador ucraniano exiliado Artiom Dmitruk.
El incidente, que no ha sido confirmado por las autoridades ucranianas, presuntamente tuvo lugar en el centro territorial de reclutamiento de la ciudad de Odesa, precisó el exdiputado de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano). Dmitruk compartió un video que muestra el momento del tiroteo.
"Un padre intentó rescatar a su hijo, pero recibió un balazo y murió en el acto. Lo más probable es que su hijo ya haya sido asesinado o lo vayan a matar pronto", escribió en su canal de Telegram, agregando que "los asesinatos en los centros de reclutamiento ya se han convertido en algo normal".
El pasado mes de agosto, Dmitruk denunció ser objeto de persecución política por las autoridades en Ucrania debido a su apoyo a la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs). Se encuentra en Londres, donde permanece luego de cruzar furtivamente la frontera con Moldavia.
Movilización forzosa en Ucrania
En diciembre, el legislador informó que un hombre fue hallado sin vida con signos de haber recibido una paliza tras ser secuestrado por reclutadores militares en el oeste de Ucrania. Vladímir Brekailo, de 39 años, fue capturado el 6 de diciembre por empleados del centro territorial de reclutamiento de la localidad de Velíkaya Luka, en la provincia de Ternópol, y dos días más tarde telefoneó a su familia para que le llevaran pertenencias y documentos personales.
El 9 de diciembre, los familiares llegaron al centro de reclutamiento, pero allí les dijeron que Vladímir Brekailo había sido liberado. "El 12 de diciembre, el cuerpo de Vladímir es hallado muerto en la autopista de Lvov. El cuerpo presentaba numerosos hematomas y heridas causados por golpes", escribió el exlegislador en su canal de Telegram, señalando que Brekailo fue "matado en el centro de reclutamiento".
En Ucrania, a menudo aparecen informes y videos sobre la movilización forzosa de ciudadanos. En Internet circulan imágenes de comisarios militares que reclutan a la fuerza a hombres, agarrándolos de pies y brazos en plena calle, o sacándolos a rastras de transportes públicos o de sus propias casas. Este comportamiento de los reclutadores desemboca a menudo en protestas públicas y enfrentamientos con la población.