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Fuga de película en vísperas de Navidad: dos presos escapan de una cárcel en España
Utilizaron una barra de hierro, mancuernas y sábanas y cruzaron todo el centro penitenciario para escapar por un punto sin control. Todavía permanecen desaparecidos.
El pasado sábado dos presos de la cárcel de Picassent, un municipio en la provincia española de Valencia, protagonizaron una fuga de película. Los dos, identificados como Sergio Cabello, de 43 años, y David Montejano, de 39 años, se encuentran todavía en paradero desconocido.
La huida de los dos reos se produjo aprovechando el barullo provocado por un partido de fútbol disputado entre el Barcelona F.C. y el Atlético de Madrid y los gritos y escándalo formados por el resto de presos que escuchaban el encuentro por la radio.
Se estima que la fuga tuvo que ser planeada durante días o semanas, puesto que Cabello y Montejano tuvieron que acumular diverso material para llevarla a cabo, además de contar con un enorme conocimiento de las instalaciones, algo posible debido a que uno de los huidos ya había estado interno en ellas en ocasiones anteriores.
Los dos reclusos ocupaban celdas contiguas en el módulo 2, que acoge a los presos más conflictivos, peligrosos y desadaptados, según recoge el medio local Levante. No alberga más de 50 presos y las celdas son individuales.
Material de gimnasio, sábanas y un experto conocimiento de la prisión
Los dos hombres habían conseguido sacar del gimnasio de su módulo una barra de levantamiento de pesas y al menos un par de mancuernas, que de algún modo lograron introducir en sus celdas sin ser detectados.
En el interior de sus habitáculos pudieron partir los barrotes de sus ventanas, que estaban corroídos por el óxido y no plantearon demasiada resistencia. A continuación se descolgaron desde la segunda planta, para lo cual utilizaron cuerdas fabricadas con sábanas que habían estado acumulando.
A partir de ahí tuvieron que atravesar las instalaciones del centro penitenciario, pasando por los talleres y la cocina de su módulo. Forzando varias puertas y portones consiguieron llegar al punto donde acceden los vehículos pesados para recoger o depositar mercancía.
Punto ciego sin vigilancia y fallo de sensores
Ese punto era básico en el elaborado plan de fuga. Se encontraba sin vigilancia, a pesar de tener una garita para esas labores, debido, se estima, a que el funcionario designado estaba haciendo otras labores. Además, también ahí se encuentra el único lugar en el que no hay alambrada de púas antiescalada.
Finalmente, forzaron con la barra de acero la primera puerta metálica, consiguieron traspasar el pasillo a modo de foso que separa la primera valla perimetral de la segunda, forzaron la puerta exterior y, a partir de ahí, una vez en el exterior de la prisión, desaparecieron. Los sensores no detectaron sus movimientos en ningún momento.
La alarma se disparó poco antes de las 23.00 horas, cuando se reportó que el portón exterior se encontraba entreabierto. Ambos habían estado presentes en el recuento de las 21.00 horas, por lo que fue en ese lapso de dos horas en el que tuvo lugar la gesta.
Según algunas informaciones, los dos reos fugados habrían sustraído, esa misma madrugada, un vehículo Opel Corsa de color rojo en la vecina localidad de Albal, a unos 12 kilómetros, hasta donde habrían llegado caminando.
Las Provincias recoge que Montejano está considerado un preso peligroso y podría ir armado. Por su parte, Cabello lleva a sus espaldas un amplio historial delictivo, acumulando hasta seis condenas por violencia de género y una por lesiones. Ambos han sido condenados por robos con violencia e intimidación, informa La Sexta, y están especializados en entrar en viviendas habitadas.
El foco en las carencias del centro penitenciario
Desde que se conoció esta huida se han puesto en entredicho las medidas de seguridad de las instalaciones del centro penitenciario de Picassent, uno de los más antiguos del país. Al parecer, según recoge El Español, barrotes oxidados, sensores que no funcionaban y falta de medidas pasivas de protección fueron claves para que la fuga tuviera éxito.
También se cuestiona la falta de personal que diversos sindicatos penitenciarios llevan años denunciado. Así, se especula con que una mayor dotación de efectivos habría detectado el movimiento de elementos del gimnasio, la acumulación de material en las celdas (como las sábanas) y habría aumentado la vigilancia, sin dejar un flanco desprotegido porque el funcionario tiene que atender otras tareas.
La última fuga de importancia en España tuvo lugar hace alrededor de un año, el 23 de diciembre de 2023, cuando Yusef M., alias 'El Pastilla', escapó del centro penitenciario de Alcalá Meco, en la Comunidad de Madrid, cuando se encontraba pendiente de juicio por dos asesinatos. Fue detenido apenas un mes después en la ciudad alemana de Leipzig.
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