Peña augura una relación "totalmente diferente" entre Paraguay y EE.UU. cuando asuma Trump

En una entrevista televisada, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, ha criticado el vínculo actual que su país mantiene con EE.UU. y vaticinó que, a partir del 20 de enero, cuando Donald Trump asuma su segunda Presidencia, la relación será muy distinta.

"Yo no tengo ninguna duda de que esto va a cambiar después del 20 de enero, va a haber una relación totalmente diferente", dijo, agregando que "en muchos círculos de Washington", Paraguay se volvió "casi como un símbolo de cómo a un país aliado se le ha maltratado".

Una "falta de respeto" a Paraguay: Peña responde al supuesto informe filtrado de EE.UU.

De esta situación culpó al embajador estadounidense en Asunción, Marc Ostfield, cuya remoción fue solicitada por Peña. "No podemos negar que la mala relación con el embajador que me llevó a mí a pedir que se acelere el proceso de cambio, también creo que fue un efecto que empañó esto", dijo el mandatario sudamericano, agregando que tiene "la ventaja" de no necesitar del diplomático "para hablar con Washington". "Tengo una excelente relación. No es que lo desconozco, lo evito, porque creo que le ha hecho un daño tremendo a la relación bilateral entre dos países hermanos", sostuvo.

El pedido de reemplazo de Ostfield fue realizado a primeros del pasado agosto por "pérdida de confianza", luego de que el diplomático emitiera declaraciones sobre las sanciones impuestas a la Tabacalera del Este S.A. (Tabesa) por, presuntamente, haber prestado "apoyo financiero" al expresidente Horacio Cartes (2013-2018).

"No hacemos juicio de valor sobre el uso de herramientas administrativas que se enmarcan en la legislación americana. Sin embargo, sí tenemos una posición acerca de la forma como fueron comunicadas […]. Por eso, estamos solicitando al Gobierno americano acelerar el proceso de salida del embajador y así evitar que la pérdida de confianza en una persona dañe la relación que tenemos históricamente", detalla el comunicado leído en ese momento por el canciller Rubén Ramírez. 

Frente a esta situación, Peña afirmó que "por acción de una persona" no va a permitir que se considere que Paraguay rechaza las políticas estadounidenses. "Eso es lo que no voy a permitir, porque yo soy pasajero, pero si yo entablo una guerra con un país amigo, eso deja consecuencias. Esto va a cambiar después del 20 de enero. Paraguay en muchos espacios del Gobierno americano se volvió un símbolo de cómo un país hermano fue maltratado. Esto no pasa desapercibido", manifestó.

Diferencias con la DEA

En otro tramo de la entrevista, Peña advirtió que no va a "delegar en nadie la seguridad y menos en otro país", saliendo así al paso de las acusaciones sobre una posible liberación del narcotráfico: "Nos dicen que queremos promover el narcotráfico y dejar el campo libre, eso es ridículo".

De esa manera, se refirió a la decisión comunicada por la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay a la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de abandonar el programa Unidad de Investigación Sensible (SIU), después de 12 años. "Volvimos a foja cero", concluyó el mandatario, afirmando que "hay varias cosas" que modificar en su relación con la agencia antidrogas estadounidense.