El hombre blanco sin educación universitaria se empobrece en EE.UU.: ¿será Trump su salvación?
Los resultados de las presidenciales estadounidenses de noviembre, en las que ganó el republicano Donald Trump, mostraron un cambio significativo en la orientación política de los ciudadanos pobres, en un contexto en el que, con el tiempo, los ingresos de ciertos segmentos de la población han disminuido.
Así, según sondeos nacionales, el 50 % de los votantes cuyos ingresos familiares no superan los 50.000 dólares anuales eligieron a Trump, frente al 48 % que lo hizo por la demócrata Kamala Harris. Este índice difiere de los resultados obtenidos en las encuestas referidas a las elecciones de 2020, cuando el presidente actual, Joe Biden, fue respaldado por el 55 % de los electores de este sector, 11 puntos porcentuales más que su rival republicano, Trump.
Previamente, los demócratas también recibían el apoyo de la mayoría de los votantes con las ganancias más bajas. El 53 % de los electores con una renta anual menor a 50.000 dólares, en 2016, dieron su voto a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, con lo que superó a Trump en 12 puntos porcentuales. Asimismo, en 2012 la brecha al respecto entre el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney representó el 22 % (60 % y 38 %, respectivamente).
En las presidenciales de 2024, la mayoría de las personas blancas sin título universitario (el 66 %) votaron por Trump, mientras que Harris obtuvo el 53 % de los sufragios de personas blancas con diploma universitario.
¿Qué esperan los ciudadanos de EE.UU. más pobres?
En este contexto, los estadounidenses de bajos ingresos que eligieron a Trump aspiran a que el nuevo presidente mantenga sus beneficios intactos, a pesar de que futuros miembros del Gobierno y legisladores de su partido exigen recortes en el gasto federal, reseña The Washington Post.
A principios de diciembre, Trump aseguró que todo esfuerzo de su Administración para racionalizar los gastos del Gobierno federal no afectaría a los programas para grupos vulnerables, como la seguridad social. "Le he dicho a la gente que no vamos a tocar la seguridad social, aparte de hacerla más eficiente. Pero la gente va a seguir teniendo lo que tiene", declaró el político republicano en una entrevista para NBC News.
"Los estadounidenses de todos los orígenes eligieron para presidente a [Donald] Trump por sus planes para reducir los costes, acabar con la sangría financiera que suponen los inmigrantes ilegales para nuestro sistema sanitario y garantizar que nuestro país pueda seguir atendiendo a los ciudadanos estadounidenses que dependen de [programas como] Medicaid, Medicare y la seguridad social", señaló Anna Kelly, portavoz de su equipo de transición.
Así cambió la situación
De acuerdo con un análisis de The New York Times, desde el siglo pasado la situación económica ha cambiado drásticamente para ciertos sectores de la población estadounidense, lo que influye en la afiliación a un partido u otro.
Los hombres blancos sin título universitario que trabajaban, en 1980, ganaban un 7 % más que el trabajador promedio. Sin embargo, a lo largo de 40 años sus ingresos cayeron muy por debajo del índice medio, incluso con ajustes por inflación y siendo relativamente estables. Ahora, son inferiores a la renta media nacional en más del 10 % y mucho más bajos que los de las mujeres con estudios universitarios.
En este sentido, durante esta etapa la economía de la potencia norteamericana ha ido abandonando el sector manufacturero en favor de los servicios y el trabajo 'del conocimiento'.
Así, por ejemplo, los empleos de maquinista y metalúrgico, que en su mayoría eran ocupados por hombres blancos sin estudios universitarios, hoy representan una parte cada vez menor con respecto al trabajador estadounidense medio empleado en trabajos de nuevo tipo, como el análisis financiero y el desarrollo de 'software', lo que también retrasa las actividades tradicionales en el volumen de ganancias.
"La economía ha devaluado de hecho el trabajo y las cualificaciones de algunos estadounidenses, mientras que ha recompensado cada vez más a otros, reordenando la situación de los trabajadores de acuerdo con pautas que también determinan cada vez más la política del país", reseña el medio.
En lo relacionado con las preferencias políticas según el nivel de formación, el estudio revela que los votantes con estudios universitarios se han decantado en mayor medida por los demócratas debido a un reajuste educativo que lleva décadas, mientras que los electores sin título universitario se han inclinado más por los republicanos.