El presidente del Instituto de la Memoria Nacional y candidato a la presidencia de Polonia Karol Nawrocki ha manifestado que Ucrania no debería entrar en la UE ni en la OTAN hasta que se solucionen los asuntos pendientes en relación con el genocidio de Volinia, cometido contra la población polaca por nacionalistas ucranianos en 1943.
"Hoy no veo a Ucrania en ninguna estructura, ni en la Unión Europea ni en la OTAN, hasta que se resuelvan cuestiones de civilización tan importantes para los polacos", expresó, subrayando que un Estado no tiene derecho a formar parte de alianzas internacionales si no es capaz de responder por "un crimen brutal contra 120.000" de sus vecinos.
En opinión de Nawrocki, el acuerdo con Kiev anunciado por el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, para reanudar los trabajos de búsqueda y exhumación de los cuerpos de las víctimas de la masacre de Volinia fue "una acción innecesaria". El político considera que el canciller utilizó la cuestión del genocidio en su pugna contra el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, por la nominación para las elecciones presidenciales.
"Nosotros, en el Instituto de la Memoria Nacional, ya hemos experimentado varios avances potenciales en este asunto, por lo que para mí el entusiasmo del jefe de la diplomacia polaca fue prematuro", dijo Nawrocki, agregando que "desearía avances, pero no los hubo".
- Entre 60.000 y 120.000 polacos fueron asesinados entre 1943 y 1944 en las regiones históricas de Volinia y Galitzia Oriental, que actualmente pertenecen a Ucrania, por militantes del Ejército Insurgente Ucraniano y la Organización de Nacionalistas Ucranianos. Mientras que Varsovia califica la masacre como genocidio de polacos, Kiev glorifica a los líderes de las organizaciones responsables como "luchadores por la libertad" y "héroes nacionales".