El diálogo renovado entre Rusia y EE.UU. ha sido percibido por los dirigentes de la Unión Europea y de la OTAN como "una traición a los intereses de Occidente", declaró este viernes el canciller ruso, Serguéi Lavrov, subrayando que tal reacción corresponde a "personas malsanas".
"La reacción de esos personajes tragicómicos que dirigen la burocracia de Bruselas y la OTAN ante la reunión en Riad es bastante reveladora. El mero hecho de que los representantes de las dos grandes potencias se sentaran a hablar y expusieran su postura se percibe como una traición a los intereses de Occidente", afirmó Lavrov durante una conferencia de prensa tras la cumbre de los ministros de Asuntos Exteriores de los países del G20, celebrada en Sudáfrica.
"Son personas malsanas, y en general todos nuestros interlocutores de los países mayoritarios del mundo piensan así, aunque quizá no todos nos lo digan directamente, pero la sensación es que es así", subrayó.
- El martes, delegaciones de alto nivel de Rusia y EE.UU. se reunieron en Arabia Saudita para normalizar las relaciones entre ambas potencias y avanzar hacia un acuerdo sobre el conflicto en Ucrania. Fueron las primeras conversaciones entre ambos países en años de conflicto armado en Ucrania. Tanto el Kremlin, como la Casa Blanca confirmaron que la reunión ha sido un paso significativo para resolver el conflicto ucraniano.
- En este contexto, el lunes se celebró en París una cumbre urgente en la que los líderes europeos trataron de decidir qué garantías de seguridad podrían dar a Kiev y si el despliegue de un contingente militar en territorio ucraniano podría estar entre ellas. La reunión terminó sin ninguna decisión sobre el conflicto ucraniano y demostró desavenencias entre los participantes.