La adhesión de Ucrania a la Unión Europea traería consigo "enormes peligros" para el bloque comunitario, tanto en términos económicos como para su seguridad, advirtió el lunes del ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.
"Si imponen la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, arruinará efectivamente la seguridad europea y la competitividad económica europea", dijo Szijjarto en una rueda de prensa en Budapest.
El ministro estimó que el ingreso de un país en estado de conflicto bélico, teniendo en cuenta el nivel actual de desarrollo de Ucrania, "destruiría la economía europea, la agricultura europea, el sistema de pensiones y la situación sanitaria", entre otros sectores de Europa.
Asimismo, acentuó que Hungría bloqueará cualquier avance hacia la integración de Ucrania con la UE "mientras no sean devueltos a la comunidad húngara [de Ucrania] los derechos" que Kiev le arrebató en los últimos diez años.
"Los funcionarios ucranianos hablan de lo mucho que respetan los derechos de la minoría, pero, a día de hoy, la comunidad nacional húngara de Transcarpatia no ha recuperado ni uno solo de los derechos arrebatados desde 2015. Es una farsa, nos engañan constantemente", enfatizó.
Las autoridades húngaras ha expresado en varias ocasiones su oposición al ingreso de Ucrania en la UE, así como en la OTAN. En este contexto, el primer ministro, Viktor Orbán, publicó este mes una lista de 12 exigencias de Budapest a la Unión Europea, incluida la no incorporación del país eslavo al bloque comunitario. "Unión, pero sin Ucrania", escribió.
- Actualmente, unos 150.000 húngaros viven en el territorio ucraniano. Transcarpatia formaba parte del Imperio austrohúngaro y, tras el colapso de la monarquía de los Habsburgo como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, fue cedida a Checoslovaquia. Desde 1939, parte de este territorio pertenecía a Hungría, pero tras la derrota de la Alemania nazi, se firmó en junio de 1945 en Moscú un acuerdo de adhesión de la región a la República Socialista Soviética de Ucrania.
- En los últimos años, Ucrania ha aprobado una serie de leyes sobre educación e idioma oficial, cuyo objetivo ha sido expulsar de la vida pública a las lenguas minoritarias. Las normas se dirigen principalmente contra el ruso, pero también vulneran los derechos de otras minorías nacionales, privando, en particular, a los húngaros étnicos, de la oportunidad de recibir educación en su lengua materna. Los Parlamentos de Rumanía, Bulgaria y Hungría han denunciado la violación de los derechos de sus comunidades en Ucrania.