La nueva escalada del conflicto que provocó Israel la semana pasada busca socavar el acuerdo que Irán iba a alcanzar con Estados Unidos, según declaró este lunes el canciller iraní, Seyed Abbas Araghchi.
"Según todos los indicios, el propósito del ataque criminal contra Irán de [el primer ministro israelí Benjamín] Netanyahu —que ha matado a cientos de civiles inocentes, entre ellos mujeres y niños— es echar por tierra el acuerdo entre Irán y Estados Unidos, al que estábamos bien encaminados", escribió el canciller en su cuenta de X.
Araghchi señaló que "Netanyahu es un criminal de guerra buscado", además de un "estafador que lleva casi tres décadas arrastrando con engaños a sucesivos presidentes estadounidenses a sus propias guerras".
"Está tomando por tonto a otro presidente estadounidense y a aún más contribuyentes estadounidenses", indicó.
El canciller agregó al pie de su texto un video de Netanyahu tratando de persuadir al Congreso estadounidense en 2002 de la necesidad de librar una guerra contra el líder iraquí Saddam Hussein, a quien acusó de pretender hacerse con armas nucleares.
- Desde la madrugada del 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, las dos naciones han estado intercambiando bombardeos. Rusia, China y numerosos países del mundo han condenado con dureza la ofensiva israelí, calificándola de grave violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU.
- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, condenó estos ataques en una conversación con su homólogo de EE.UU., Donald Trump, y expresó su grave preocupación por una posible escalada del conflicto, que "tendría consecuencias imprevisibles para toda la situación en la región de Oriente Medio". Asimismo, el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió que las acciones de Israel empujan a la región hacia una "catástrofe nuclear a gran escala".
- Desde América Latina, varias naciones, entre ellas Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua, expresaron su rechazo a las acciones de Tel Aviv. De manera similar han reaccionado países del mundo islámico, entre ellos Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán.