El jefe del régimen ucraniano, Vladímir Zelensnki, declaró el domingo que Kiev está preparando nuevos ataques de largo alcance contra el interior de Rusia.
"Nuestras unidades seguirán [...] haciendo todo lo posible para trasladar la guerra al territorio ruso. Estamos preparando nuevos ataques de largo alcance", publicó en su canal de Telegram tras una reunión con el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, y altos mandos militares.
Asimismo, apuntó que discutieron los preparativos para la próxima visita a Ucrania de Keith Kellogg, enviado especial del presidente estadounidense, y el trabajo con los socios de Kiev "en relación con el suministro de armas y la ampliación de la producción conjunta de los medios de defensa necesarios".
Las declaraciones de Zelenski se produjeron días después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, insinuara planes de enviar más armamento defensivo a Ucrania. La Casa Blanca habría reanudado el suministro de ciertas armas a Kiev, apenas una semana después de que el Pentágono ordenara una pausa inesperada en algunos envíos. Desde Alemania también afirmaron que Berlín está dispuesto a proporcionar "sistemas de armas que alcancen profundamente el territorio ruso y puedan atacar los depósitos, las instalaciones de mando, los aeropuertos y los aviones".
- Kiev ha aumentado significativamente los bombardeos contra la población e infraestructuras civiles de Rusia, al tiempo que rechaza la resolución del conflicto por vías diplomáticas. En particular, el viernes, en la provincia rusa de Jersón se derrumbó un edificio residencial de cinco plantas tras un ataque aéreo ucraniano. Mientras, la noche del 8 al 9 de julio, tres personas murieron y otras siete resultaron heridas en un ataque con drones que el régimen de Kiev realizó contra una playa fluvial de la ciudad de Kursk.
- En respuesta, las Fuerzas Armadas de Rusia realizaron una serie de ataques contra el complejo militar-industrial ucraniano, centros de control de drones y puntos de despliegue temporal de las formaciones de las tropas ucranianas. Además, las tropas rusas destruyeron dos lanzadores y una estación de radar del sistema de misiles antiaéreos Patriot, de producción estadounidense.