China investiga el sector de semiconductores de EE.UU. en plena tensión comercial

Del 14 al 17 de septiembre se celebrará en Madrid una nueva ronda de conversaciones al respecto entre Pekín y Washington.

El Ministerio de Comercio de China anunció este sábado que ha iniciado una investigación 'antidumping' sobre las importaciones de ciertos chips de circuitos integrados analógicos, así como una investigación antidiscriminación sobre la política comercial de EE.UU. de chips, un día antes de que arranque una nueva ronda de negociaciones comerciales entre Washington y Pekín.

La primera investigación examinará el presunto 'dumping' de las importaciones de chips analógicos originarias de Estados Unidos utilizados en dispositivos como audífonos, routers y sensores de temperatura. Se espera que concluya el 13 de septiembre del próximo año, con una posible prórroga de seis meses en circunstancias especiales.

La segunda analizará si Washington discriminó a empresas chinas en sus políticas aplicadas al sector de circuitos integrados. El proceso comenzó el 13 de septiembre y se prevé que dure tres meses, pero de igual modo puede extenderse en circunstancias especiales.

El organismo destacó que desde 2018 el Gobierno estadounidense ha impuesto aranceles a productos chinos como los circuitos integrados, así como otras restricciones y medidas similares, incluidas investigaciones sobre discriminación comercial y controles a la exportación.

El viernes, el país norteamericano agregó 32 entidades, 23 de ellas chinas, a una lista de comercio restringido del Departamento de Comercio. Desde Pekín expresaron que se oponen a la medida, que afecta a entidades chinas de los sectores de semiconductores, biotecnología, aeroespacio y logística comercial y mercantil.

Destacaron que tales prácticas proteccionistas son sospechosas de discriminar a China y pretenden frenar el desarrollo de sus industrias de alta tecnología como los chips de computación avanzada y la inteligencia artificial. Ante ello, instaron a Washington a corregir sus "prácticas erróneas" y "cesar la represión injustificada" contra las empresas chinas, asegurando que la nación tomará "las medidas necesarias" para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de sus compañías.

El pronunciamiento surge poco antes de que las delegaciones de China y Estados Unidos se reúnan en Madrid para una nueva ronda de conversaciones comerciales que tendrá lugar del 14 al 17 de septiembre. Según el Ministerio de Comercio chino, las partes tienen previsto abordar cuestiones económicas y comerciales como los aranceles estadounidenses y el abuso de los controles de exportación, entre otros asuntos.