Una manifestación contra los solicitantes de asilo se tornó violenta en La Haya, Países Bajos, informan medios locales. Los manifestantes lanzaron piedras y botellas, prendieron fuego a un coche patrulla, y atacaron las ventanas de un edificio de un partido político, mientras ondeaban banderas y lanzaban fuegos artificiales.
La protesta buscaba expresar su rechazo a la llegada de extranjeros y a las regulaciones gubernamentales sobre asilo. La Policía respondió con cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a unas 1.500 personas que bloqueaban la carretera y ejercían fuerza contra los agentes.