Desde hace 11 años, la Brigada de Belleza Itinerante de México atiende a mujeres que padecen enfermedades o que han sido víctimas de violencia y necesitan recuperar su autoestima, destaca el portal Fábrica de Periodismo.
Pero no son militares. Estas brigadas están integradas por maquilladoras, peluqueros, terapeutas, dermatólogos y estilistas profesionales, comandados por Diego Sexto, un hombre que transformó su oficio en activismo.
A lo largo del año, Sexto organiza jornadas en espacios públicos para recibir a decenas de mujeres que padecen enfermedades como lupus, esclerodermia, reumatismo, fibromialgia, cáncer; que han sido agredidas por sus parejas; o que dejaron de atenderse para dedicarse a cuidar a sus familiares enfermos.
La actividad ha sido bautizada como "apapacho estético" y no tiene nada que ver con la caridad, sino con la resiliencia, la empatía y el respeto hacia mujeres vulnerables, que han dejado de mirarse al espejo.
El año pasado, durante una de las jornadas más complejas, atendieron a 30 mujeres que habían sido atacadas con ácido o sustancias abrasivas, un delito frecuente en México. Les enseñaron a ponerse pestañas postizas "discretas y elegantes" y a mejorar sus cortes de cabello. "Usamos nuestras manos para tocarles el corazón", dijo una de las voluntarias.
Otra sesión especial se realizó en un Centro Femenil de Readaptación Social, en donde las internas, al igual que el resto de las mujeres presas, enfrentan la soledad porque en su mayoría no reciben visitas. Algunas hacía años que ni siquiera se habían vuelto a mirar al espejo, y ahora lo hicieron maquilladas y peinadas, como cuando estaban en libertad.
Cada vez que realizan una jornada, las y los activistas se colocan hojas en blanco en la espalda y, al terminar de atender a sus "clientas", les piden que les escriban ahí un mensaje. La palabra más repetida es "gracias", ya sea por la amabilidad, la generosidad, la energía, la paciencia o el talento. Por hacerlas sentir bellas de nuevo, después de tanto dolor físico y emocional.
