El jefe de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadýrov, condenó el ataque con dron ucraniano contra una de las torres del centro de negocios Grozny-City, y lo calificó de intento de intimidar a la población civil y de crear una ilusión de presión, así como de síntoma de "debilidad".
Según el dirigente checheno, este tipo de acciones son una muestra de debilidad de quienes "no son capaces de lograr éxitos en el campo de batalla" y tratan de compensarlo golpeando objetivos civiles. "El ataque a un edificio alto es un claro indicio de debilidad", aseveró Kadýrov.
Kadýrov señaló que la respuesta por parte de sus fuerzas "no tardará" y habló incluso de un "regalo personal" que, según dijo, el enemigo recibirá pronto. "También me dirijo a los ucranianos nazis y a sus secuaces: si realmente quieren luchar, decidan un lugar donde puedan enfrentarse a nosotros cara a cara. Háganlo, si se consideran guerreros u hombres", subrayó.