Dúrov: La UE impone normas imposibles para "castigar" a empresas

Así reaccionó el fundador de la plataforma de mensajería Telegram a la imposición de una multa de la Comisión Europea a X.

La Unión Europea impone normas "imposibles" de cumplir para "castigar" a las empresas que se niegan a censurar la libertad de expresión, denunció este sábado el fundador de la plataforma Telegram, Pável Dúrov.

Al reaccionar a la imposición por la Comisión Europea de una multa millonaria a la red social X, del magnate tecnológico estadounidense Elon Musk, Dúrov recordó la persecución contra Telegram por parte de autoridades europeas. "La UE impone normas imposibles para poder castigar a las empresas tecnológicas que se niegan a censurar en silencio la libertad de expresión. Vimos lo mismo en Francia: una 'investigación penal' sin fundamento y, después, los servicios de inteligencia ofreciéndose a ayudar a ese respecto si Telegram censuraba discretamente el discurso en Rumanía y Moldavia", declaró el empresario.

"La UE se dirige exclusivamente contra las plataformas que alojan opiniones incómodas o discrepantes (Telegram, X, TikTok…). Las plataformas que silencian a las personas mediante algoritmos quedan en gran medida al margen, a pesar de tener problemas mucho más graves de contenido ilegal", hizo hincapié

Con estos comentarios se refirió a su detención temporal el año pasado en Francia, cuando se le acusó de varios cargos vinculados a "conspiración criminal" y "blanqueo de delitos", así como de permitir transacciones ilícitas a bandas organizadas y de facilitar crímenes relacionados con la criptografía, fraude o pornografía, entre otros. Tras varios días, fue imputado y puesto bajo vigilancia judicial, con la condición de pagar una fianza de cinco millones de euros y con prohibición de salir de Francia, que luego fue anulada.

A finales de mayo, el empresario afirmó que el jefe de inteligencia de Francia, Nicolas Lerner, le pidió interferir en las elecciones en Rumanía para "prohibir las voces conservadoras". A finales de septiembre denunció que cuando fue detenido en París, los servicios de inteligencia franceses lo contactaron a través de un intermediario para pedirle que ayudara al Gobierno de Moldavia a censurar ciertos canales en su aplicación, antes de los comicios presidenciales.