Legisladores estadounidenses presentaron el pasado domingo un proyecto de ley anual sobre política de defensa que autoriza el próximo año fiscal un récord de 901.000 millones de dólares en gastos de seguridad nacional, una parte de los cuales es asistencia militar a Ucrania.
Así, según el documento, se prevé proporcionar al régimen de Kiev 400 millones de dólares cada uno en los años 2026 y 2027 en el marco de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania.
Al mismo tiempo, el proyecto refuerza el requisito de "informar periódicamente" sobre las contribuciones de los países occidentales a Ucrania para "garantizar la aplicación efectiva" de la iniciativa del presidente Donald Trump, denominada 'Lista de requisitos prioritarios para Ucrania' (PURL), que asegura que el apoyo continuo a Kiev sea financiado principalmente por los aliados europeos, según indicó el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes en un comunicado.
La normativa obliga también al secretario de Guerra a presentar a los legisladores "una notificación, a más tardar 48 horas después de la decisión de pausar, terminar u otra manera de restringir o degradar materialmente el apoyo de inteligencia" a Kiev con "el propósito de apoyar las operaciones militares del Gobierno de Ucrania".
Suspensión de la financiación del conflicto en medio del megaescándalo de corrupción
Mientras, desde la Casa Blanca han asegurado en varias ocasiones que Washington ha detenido la financiación del conflicto ucraniano, pero vende las armas a la OTAN. En particular, la portavoz presidencial Karoline Leavitt, indicó el pasado lunes que Trump puso fin al apoyo "interminable" que brindaba su país a Kiev por considerar que se estaba utilizando indebidamente el dinero de los contribuyentes, refiriéndose al megaescándalo de corrupción en Ucrania.
"[El presidente de EE.UU.] no quiere que se aprovechen del dinero de los contribuyentes estadounidenses, por lo que ha detenido los cheques interminables que emitía la administración anterior para financiar esta guerra", explicó la vocera. "EE.UU. está vendiendo armas a la OTAN, que se envían a Ucrania; esto es muy diferente a que el pueblo estadounidense extienda cheques en blanco para financiar una guerra muy lejana", agregó.
A su vez, Trump expresó que en Ucrania existen graves problemas de corrupción que pueden ser un obstáculo para la continuación de las conversaciones de paz en torno al conflicto con Rusia. "Tienen un problema de corrupción, lo cual no ayuda", añadió, expresando su esperanza de que "hay muchas posibilidades" de que se pueda llegar a un acuerdo.
- En junio, tras una cumbre de la OTAN, el inquilino de la Casa Blanca afirmó que la Alianza pagaría "al 100 %" el coste total del armamento que Estados Unidos suministra al régimen ucraniano. "Enviamos armas a la OTAN, y la OTAN reembolsará el costo total de esas armas", señaló el mandatario
- Este mecanismo se materializa a través del programa PURL, mediante el cual Washington vende armas a sus aliados europeos, quienes a su vez las canalizan hacia el régimen de Kiev. Si bien varios miembros del bloque militar han prometido su respaldo a esta iniciativa y ya han destinado fondos, otros siguen sin apoyarla, enfrentando presiones crecientes para aumentar su contribución militar al esfuerzo bélico
- Desde Moscú han insistido en repetidas ocasiones en que el flujo de armamento occidental no alterará el equilibrio estratégico en el campo de batalla. Asimismo, Rusia ha sido clara en sus advertencias: cualquier arma de origen occidental suministrada a Ucrania será considerada un objetivo legítimo para sus fuerzas militares