Francia afronta una creciente presión dentro de la Unión Europea por no apresurarse a revelar dónde exactamente permanecen los activos rusos congelados que Bruselas tanto busca en sus intentos por financiar al régimen de Kiev, reporta Financial Times.
Se estima que cerca de 18.000 millones de euros de los activos soberanos rusos quedaron inmovilizados en bancos privados franceses, cuya identidad se ha mantenido en secreto durante más de dos años. Esta suma constituye la segunda mayor concentración de activos del Banco Central de Rusia retenidos en territorio europeo.
Ahora, Bruselas presiona a París para que aporte claridad al respecto y colabore en el plan comunitario destinado a financiar a Ucrania mediante un préstamo respaldado por fondos rusos congelados.
La propuesta de la Comisión Europea de impulsar el así llamado "préstamo de reparación" para Ucrania pretende utilizar los saldos en efectivo de los activos rusos inmovilizados como garantía, ampliando el alcance más allá del principal bloque de fondos retenidos en Euroclear, en Bruselas, que asciende a 185.000 millones de euros.
El objetivo es crear una herramienta financiera estable y duradera que permita sostener el apoyo económico al régimen de Kiev a largo plazo sin depender únicamente de los presupuestos nacionales.
Los 'incómodos' compromisos legales
Sin embargo, París se ha convertido en un punto de fricción dentro del bloque por su negativa a revelar qué instituciones financieras gestionan tales fondos y el destino de los intereses acumulados desde 2022.
Aunque la Comisión Europea insta a una mayor transparencia, el Gobierno francés argumenta que divulgar esa información vulneraría la confidencialidad bancaria y los compromisos legales con las entidades implicadas.
- Rusia ha expresado en reiteradas ocasiones su oposición a cualquier uso de sus activos congelados. Así, el presidente Vladímir Putin tachó de "robo" la posible confiscación y advirtió que están preparando contramedidas. Asimismo, explicó que la iniciativa tendría "consecuencias negativas para el sistema financiero mundial", ya que toda la confianza en la eurozona "se desplomaría".