Una trabajadora de la ciudad española de Alicante fue despedida sin indemnización por acudir habitualmente a su puesto de trabajo entre 30 y 45 minutos antes de su turno, pese a haber recibido varias advertencias de su jefe para que no lo hiciera, informan medios locales.
El caso se viralizó debido a lo inusual del motivo, y aunque la mujer decidió llevar el caso ante la justicia, esta falló a favor de la empresa y confirmó que el despido era procedente al considerar que la empleada había incumplido de forma reiterada las instrucciones internas.
Según la sentencia, la conducta de la trabajadora constituyó una falta grave al afectar a la relación de confianza y lealtad con la empresa. Aunque no se trataba de retrasos, el juez equiparó la vulneración de los horarios establecidos a otros incumplimientos similares que pueden justificar medidas disciplinarias. El acumulado de faltas reforzó la decisión de la compañía.
El abogado laboralista Juanma Lorente explicó en redes sociales que la clave del caso reside en la desobediencia continuada a una orden expresa del empleador. Afirmó que, cuando un trabajador ignora normas reiteradas, la infracción puede elevarse a muy grave y derivar en despido. "No creo que veamos esto muchas más veces, pero es que tiene razón la empresa. Y esta señora se va a ir sin indemnización, despedida a su casa", concluyó Lorente.