El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró este miércoles que Europa está tratando de frenar de todas las maneras posibles que el conflicto ucraniano se resuelva mediante vías diplomáticas.
"Occidente no está unido, y esto se confirma una vez más con los acontecimientos de los últimos días, cuando el presidente [estadounidense Donald] Trump, en una de sus entrevistas, criticó duramente las acciones de Europa para retrasar artificialmente los acuerdos que bien podrían haberse alcanzado sobre la solución ucraniana", declaró durante un discurso en el Consejo de la Federación de Rusia (Cámara Alta del Parlamento) sobre cuestiones actuales de la política exterior del país.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia rusa, los líderes europeos se encargan de "frenar artificialmente" el proceso de eliminación de las causas fundamentales del conflicto, que son "el principal obstáculo en este camino".
Mientras tanto, señaló que el mandatario estadounidense es el único de los líderes occidentales que entiende las causas verdaderas del conflicto armado en torno a Ucrania.
Estas causas, señaló el ministro, "se encuentran en la base de aquellas acciones hostiles" contra Rusia que Occidente y el predecesor de Trump, Joe Biden, "junto con sus secuaces europeos, estuvieron gestando durante muchos años". "Y ahora está llegando la culminación de toda esta historia", añadió.
"No hay suficiente dinero"
En este sentido, aseguró que Europa intenta "incitar al supuesto líder ucraniano Vladímir Zelenski y a los miembros de su régimen a continuar la lucha hasta el último ucraniano". "Sin embargo, no hay suficiente dinero", añadió.
"La verdad es que no hay suficiente dinero, y ahora las consideraciones financieras están afectando a esta ideología, porque, aparte de robar a Rusia y llevarse nuestras reservas de oro y divisas, violando todas las normas imaginables del derecho internacional y comercial, no les quedan otras fuentes para financiar esta guerra", añadió.
Advertencia a Europa sobre el robo de activos rusos
Desde febrero de 2022, varios países de Occidente (EE.UU., naciones de la UE y el Reino Unido, entre otros) mantienen congelados más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos. En septiembre, la Comisión Europea planteó otorgar a Ucrania un "préstamo de reparación" de 140.000 millones de euros (162.000 millones de dólares) financiado con los activos rusos congelados.
La semana pasada, la Comisión Europea presentó dos esquemas de financiación plurianual para Ucrania: emisión de deuda en los mercados con garantía del presupuesto de la Unión Europea y un "préstamo de reparaciones" respaldado por los activos soberanos rusos congelados en territorio comunitario. Los líderes del bloque decidirán más adelante este mes si emplear las reservas rusas o los fondos de los contribuyentes europeos.
Bélgica ha reiterado su rechazo a la iniciativa, argumentando que el país podría acabar siendo perseguido legalmente por Moscú.
Rusia ha advertido en varias ocasiones que la congelación de sus fondos viola el derecho internacional y ha tachado de "robo" la iniciativa de la Unión Europea. El presidente Vladímir Putin anunció que su país está preparando contramedidas. "El Gobierno ruso, siguiendo mis instrucciones, está desarrollando un paquete de medidas de represalia en caso de que esto ocurra", declaró a finales de noviembre el mandatario, recalcando que "todos afirman claramente, sin rodeos, que se trataría de un robo de propiedad ajena".