Un reciente estudio que reunió evidencia sobre los factores nutricionales que afectan a la calidad del sueño durante la menopausia destacó un inesperado impacto positivo del consumo de huevos en este importante proceso de recuperación.
Las investigaciones analizadas resaltan que los huevos son ricos en nutrientes esenciales como proteínas de alta calidad, colina, triptófano, vitamina D y antioxidantes, los cuales favorecen la producción de serotonina y melatonina y desempeñan un papel relevante en la regulación del sueño en mujeres de mediana edad.
Por ejemplo, se encontró que la colina podía favorecer el sueño REM, una de las fases más cruciales del ciclo del sueño, al facilitar la producción de acetilcolina, un neurotransmisor fundamental para la regulación del ciclo sueño-vigilia.
Además, los expertos apuntan que una ingesta adecuada de proteínas y colina no solo mejora la duración del sueño y la saciedad, sino también ayuda a preservar la masa muscular magra durante esta fase de la vida.
El modelo más práctico
Aunque la revisión se centra principalmente en los huevos de gallina, que representan el 93 % de la producción mundial, también se menciona que otros tipos, como los de codorniz y pato, poseen perfiles nutricionales distintos que podrían ser beneficiosos. Pero los huevos de gallina, altamente disponibles y estudiados, son considerados la forma más práctica para obtener estos beneficios.
Los autores del trabajo aclararon que los huevos no sustituyen ni a la terapia hormonal, la medicación o las recomendaciones generales de higiene del sueño y que las personas con alto riesgo cardiovascular deben consultar con su médico sobre la frecuencia de consumo de huevo. Asimismo, señalaron que se requieren más estudios para confirmar estos hallazgos y su aplicabilidad en la vida cotidiana de las mujeres.
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