Cuál es el origen del meme '6-7' y por qué lo describen como una plaga

Muchas instituciones educativas ya han vetado su uso y algunos docentes lo consideran una plaga.

Lo que comenzó como una simple línea en una canción de 'drill rap' terminó convirtiéndose en uno de los fenómenos virales más persistentes y extraños del ambiente digital actual.

El meme '6-7', repetido por adolescentes como si fuera una contraseña secreta, ha invadido escuelas, canchas deportivas, redes sociales e incluso instituciones públicas. La tendencia consiste en decir estos números en voz alta, mientras se mueven las manos de arriba a abajo.

La expresión saltó a la fama tras el tema 'Doot Doot (6-7)' del rapero estadounidense Skrilla. En el momento exacto del 'beat drop', Skrilla suelta un "6-7" que pronto fue adoptado por millones sin que nadie sepa con certeza qué significa.

Ni siquiera el propio artista quiere fijar una interpretación, lo que solo ha avivado el misterio. Algunos lo relacionan con calles de Filadelfia o Chicago; otros creen que podría aludir al código policial 10-67, usado para reportar muertes.

El tema, filtrado en diciembre de 2024 y lanzado oficialmente en febrero de 2025, explotó primero en la comunidad del baloncesto. Clips de jugadores de la NBA, especialmente LaMelo Ball, que mide 6 pies y 7 pulgadas de altura (2,01 metros), hicieron que la frase se multiplicara en redes.

El fenómeno incluso llegó a la política

A partir de ahí, el contagio fue imparable, con celebraciones de la NFL, ruedas de prensa de la WNBA, referencias de estrellas como Shaquille O'Neal e innumerables apariciones en el deporte universitario. El meme finalmente saltó del ámbito deportivo al académico, donde los estudiantes empezaron a usarlo para bromear con calificaciones del 67 % o cualquier ocurrencia relacionada con los números 6 y 7. De acuerdo con The Guardian, las clases de matemáticas son las que sufren más interrupciones. 

El fenómeno incluso llegó a la política. Legisladores estatales de Connecticut y Utah lo usaron en sesiones oficiales, y el primer ministro británico, Keir Starmer, tuvo que disculparse tras un incidente en el que replicó el gesto junto a estudiantes en una escuela donde estaba prohibido.

Y es que muchas instituciones educativas ya han vetado el uso del meme. Profesores describen el fenómeno como una plaga. En aulas de EE.UU. o el Reino Unido, basta con pronunciar un número cercano al 6 o al 7 para que decenas de alumnos griten al unísono "¡6-7!". Según expertos en comunicación, su fuerza radica en su función social, ya que sirve como un identificador tribal que permite a quienes lo usan sentirse dentro del grupo.

El auge ha sido tan masivo que incluso cadenas como In-N-Out Burger habrían retirado el número 67 de sus sistemas internos de pedido debido al exceso de bromas que provocaba entre adolescentes.