El canciller ruso, Serguéi Lavrov, al abordar este jueves la cuestión de la resolución del conflicto en torno a Ucrania, denunció que, mientras Rusia busca una solución sostenible y a largo plazo para esta crisis, los líderes europeos ya se están preparando para un nuevo enfrentamiento.
Actualmente, Europa occidental "solo piensa en un alto el fuego, recuperar el aliento y volver a preparar a [Vladímir] Zelenski y su régimen para una guerra contra la Federación Rusa", señaló.
"No queremos que después de una crisis llegue inmediatamente otra, mientras que Europa quiere sembrar desde ya las semillas de un nuevo conflicto y declara públicamente que se está preparando para él", denunció.
Lavrov destacó que Rusia tampoco quiere que todos sus esfuerzos actuales para la resolución de la crisis ucraniana "repitan el triste destino de los acuerdos de Minsk", por lo que los acuerdos que puedan alcanzarse en el curso de las negociaciones para poner fin al conflicto deben tener el carácter de "instrumentos fundamentales, jurídicamente vinculantes". "Esto es un punto clave", dijo.
El canciller recordó que los acuerdos de Minsk fueron aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU por unanimidad, "pero eso no detuvo ni a los franceses, ni a los alemanes, ni a los demás amos de Zelenski, que en su afán de infligir a Rusia una derrota estratégica no se detenían ante nada".
- En otras declaraciones a finales de noviembre, el ministro recordó que "fue precisamente Europa la que destruyó los acuerdos de Minsk", negociados en 2014-2015 en Bielorrusia por representantes de Ucrania, Rusia, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y los líderes de las provincias de Donetsk y Lugansk, con la mediación de Alemania y Francia.
- "Ellos lo reconocieron abiertamente, aunque también eran garantes Francia y Alemania. Y en su nombre, la Unión Europea, es decir, Europa", señaló.
- Además, Lavrov destacó que Europa adoptó la misma posición en abril de 2022, cuando —en la persona del ex primer ministro británico Boris Johnson— disuadió a Vladímir Zelenski de firmar con la parte rusa en Estambul los acuerdos que la propia delegación ucraniana había propuesto para la resolución del conflicto.