El expresidente de Ecuador Rafael Correa consideró este jueves que se se precisa de un sistema internacional de justicia más eficaz para evitar que el 'lawfare' se aplique como arma contra la izquierda, como en su criterio ocurre con Bolivia.
"Se requiere de instancias internacionales mucho más eficaces, porque todos los sistemas judiciales están podridos", indicó en entrevista con RT, tras deplorar que se use el poder judicial para "golpear" a los líderes progresistas.
En esa línea, consideró que no es casualidad lo que ocurrió la víspera, con la detención del expresidente de Bolivia Luis Arce: "Esto es algo articulado y pensado, racionalizado, y tomaron un punto sensible: la justicia, los fiscales. Se prestan a cualquier cosa", aseveró.
"Se busca venganza"
El exceso, en opinión de Correa, se ve reflejado en la inmediata aprehensión del exmandatario, "independientemente de lo que se le acuse", ya que la detención es la medida más extrema. "¿Por qué no llamarlo solo a declarar? Es que era humillar, quererlo asustar".
Con esa acción contra el exmandatario, bajo su punto de vista, "no se busca justicia, se busca venganza" y "generar un efecto de demostración: 'Miren lo que les pasa a todos los que no son dóciles'".
Correa también apunta que la detención de Arce es "escarmiento para quienes no fueron suficientemente dóciles", para quien "osa no someterse a los caprichos de la oligarquía latinoamericana, en este caso boliviana, y a los caprichos del gran país del norte".
"Hay una crisis mundial"
El expresidente aseveró que "hay una crisis mundial", por lo que hay que "luchar como humanidad, como civilización".
Considera que, como parte de esa lucha, se deben fortalecer y "reestructurar los sistemas internacionales para que sean eficaces". En esa línea, nombró como posibles objetos de reforma el Sistema Interamericano de Justicia y la Organización de Naciones Unidas, "para que de verdad sean de justicia y no de geopolítica".
Correa sostiene que solo así se podrán "remediar las graves deficiencias" que hay en América Latina, en su parte causadas por un Estado "bajo el control de las élites y bajo la influencia de EE.UU.".
"El poder mafioso incrustado en el Estado continúa intacto. Entonces, han tomado el Poder Judicial, fiscales, jueces y practican el 'lawfare', la judicialización de la política, para tratar de lograr lo que no logran en las urnas", concluyó.