Estadounidense muere tras recibir un riñón infectado con rabia

Este es el cuarto caso conocido de un receptor de órgano que contrajo rabia en EE.UU. desde 1978.

Un hombre del estado de Míchigan murió de rabia que contrajo luego de recibir un riñón de un donante infectado con esa enfermedad viral, informaron recientemente los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).

En diciembre del año pasado, al paciente, cuya identidad no fue revelada, se le trasplantó el riñón izquierdo de una persona fallecida en un hospital de Ohio. Cinco semanas después de la intervención,  el receptor empezó a experimentar síntomas como debilidad, confusión e incontinencia urinaria.

Su condición empeoró hasta presentar fiebre, dificultad para tragar, problemas neurológicos y una aversión irracional al agua, un síntoma característico de la rabia en humanos. De acuerdo con los CDC, el hombre falleció 51 días tras el trasplante.

Las causas de la muerte

La investigación epidemiológica reveló que el donante se infectó con el virus de la rabia al ser arañado en la espinilla por un zorrillo en su propiedad en Idaho, semanas antes de su muerte. Aunque su fallecimiento fue inicialmente atribuido a un paro cardíaco, pruebas posteriores indicaron que también murió por rabia.

Los CDC teorizaron que el zorrillo contrajo el virus de un murciélago. Asimismo, señalaron que otros órganos y tejidos del donante no representan un riesgo para la población. En los casos en que se habían trasplantado córneas del mismo donante, estos tejidos fueron retirados y los receptores no desarrollaron síntomas.

Por otro lado, se identificó a cientos de personas que podrían haber estado expuestas al virus, incluidos trabajadores sanitarios, y se recomendó tratamiento preventivo a quienes se consideró necesario. Este es el cuarto caso conocido de un receptor de órgano que contrajo rabia en EE.UU. desde 1978.

Un caso poco común

La doctora Lara Danziger-Isakov, de la Sociedad Estadounidense de Trasplantes, detalló que este es un caso "excepcionalmente raro", ya que el riesgo de transmisión de rabia a través de órganos trasplantados es considerablemente "bajo". Las pruebas de detección de la rabia no forman parte de las rutinas estándar en la evaluación de donantes debido a la baja incidencia de la enfermedad entre humanos en EE.UU.