Como "terrorismo marítimo" y acto de "piratería" calificó este viernes el Gobierno cubano la toma militar por parte de fuerzas estadounidenses de un tanquero que transportaba crudo venezolano en aguas del mar Caribe.
"Este acto de piratería y terrorismo marítimo constituye una violación grave del Derecho Internacional, incluidas la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima", se denuncia en un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la isla en su portal web.
En la misma línea, La Habana responsabilizó a Washington "por la comisión de estos delitos, que dañan a la comunidad internacional en su conjunto" y aseguró que dichas acciones "se inscriben en la escalada de EE.UU. para impedir el legítimo derecho de Venezuela a utilizar y comercializar libremente sus recursos naturales con otras naciones, incluidos los suministros de hidrocarburos a Cuba".
Conducta agravada
Cuba llamó a recordar que no es la primera vez que el país norteamericano emplea estos métodos para obstruir el comercio desde Venezuela, particularmente en lo que refiere al transporte de combustible hacia esa nación caribeña.
"Durante el primer mandato de Donald Trump se adoptaron medidas para obstaculizar el libre comercio de los recursos petroleros venezolanos y se persiguió a los barcos que transportaban combustible a nuestro país", se relata en el documento.
Empero, las autoridades cubanas destacaron que la situación actual es más grave que entonces, puesto que ahora media "el uso de la fuerza militar" de EE.UU. "para intentar imponer su dominio" sobre la región.
"Estas acciones repercuten negativamente en Cuba y recrudecen la política de máxima presión y asfixia económica de EE.UU., con un impacto directo en el sistema energético nacional y, por consiguiente, en la vida diaria de nuestro pueblo", valora el texto, al tiempo que califica la acción como un "acto evidente de aplicación del corolario Trump de la Doctrina Monroe", que "transgrede la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz y demanda la condena universal.
"Vil acto de piratería"
Previamente, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parilla, repudió la toma militar del buque con petróleo venezolano en aguas caribeñas, al asegurar que constituye tanto un "vil acto de piratería" como una escalada en la hostilidad de la Casa Blanca hacia Caracas.
"Condenamos el vil acto de piratería y la incautación por fuerzas militares de ese país de un buque con petróleo venezolano, lo que contraviene las reglas del libre comercio y la libertad de navegación, en franca violación del derecho internacional", escribió el diplomático en su cuenta de X.
Las autoridades venezolanas, que también catalogaron estos hechos –informados directamente por Trump– como un "robo descarado y un acto de piratería internacional", agradecieron la solidaridad del país antillano ante la "agresión inaceptable" del Gobierno estadounidense.
Claves de la agresión de EE.UU. en el Caribe
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la 'operación Lanza del Sur', con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, a estos efectos, en breve lanzará agresiones "en tierra".
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Asalto a buque petrolero: en una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron un buque petrolero en costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería internacional". Mientras, Maduro tachó la situación de "un acto absolutamente criminal e ilegal" y acusó a la Casa Blanca de actuar "como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz".
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin presentar evidencias al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela. "Se les cayó la máscara, el narcotráfico es 'fake news', es el petróleo que se lo quieren robar", expresó tras el asalto de un tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.