La decisión de los dirigentes de la Unión Europea (UE) de rechazar o imponer el plan de financiar el llamado "préstamo de reparación" a Ucrania con activos soberanos rusos congelados, ante el creciente número de Estados miembros del bloque que no respaldan tal medida, podría provocar daños políticos y, potencialmente, una ruptura en la "frágil" unidad del bloque en torno a la crisis ucraniana, reporta Euractiv.
La semana pasada, Italia, Bulgaria y Malta se sumaron a los pedidos de Bélgica de estudiar alternativas a un préstamo a Kiev utilizando activos rusos congelados. De igual modo, invitaron a la Comisión Europea y al Consejo Europeo a "seguir explorando y debatiendo opciones alternativas en consonancia con el derecho internacional y de la UE", argumentando la necesidad de un marco legal claro, parámetros previsibles y riesgos mínimos.
El nuevo primer ministro checo, Andrej Babis, también anunció la semana pasada su total oposición al préstamo de reparaciones, descartando ofrecer garantías a Bélgica. "La Comisión Europea debe encontrar otras vías para financiar a Ucrania", indicó. "No tenemos dinero para otros países, y la Unión Europea debe resolverlo de otra manera, pero no garantizaremos nada ni les daremos dinero", continuó.
A su vez, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, subrayó que no respaldará nada que suponga apoyar los gastos militares del régimen de Kiev. Señaló que está dispuesto a apoyar a Ucrania exclusivamente en su reconstrucción, mediante acuerdos bilaterales directos entre Bratislava y Kiev, pero rechaza las "matanzas sin sentido" fomentadas por los mecanismos europeos que perpetúan la violencia.
Ante ello, Euractiv señala que, si la oposición "se endurece", el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se enfrentará a "una decisión crucial" durante la reunión de los líderes de la UE del jueves en Bruselas: "rendirse o imponer el plan". "Cualquiera de las dos opciones podría provocar daños políticos y, potencialmente, una fractura en la frágil unidad del bloque en Ucrania", destaca.
"Robo de propiedad ajena"
Desde febrero de 2022, países de Occidente (EE.UU., la UE, Reino Unido, entre otros) mantienen congelados más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos. Unos 242.800 millones de dólares de esos activos se encuentran en el bloque comunitario, depositados en su mayor parte en la financiera belga Euroclear.
La UE sopesa otorgar un "préstamo de reparación" de 140.000 millones de euros (162.000 millones de dólares) a Ucrania financiado con los fondos rusos. El viernes pasado, el bloque tomó la decisión de bloquear indefinidamente los activos de Moscú que se encuentran congelados en Europa.
En respuesta, el Banco Central de Rusia anunció el inicio de procedimientos legales contra Euroclear por "acciones ilegales" que le generan pérdidas y contra los planes de la Comisión Europea de utilizar de manera directa o indirecta los activos congelados rusos sin su consentimiento. El importe de la demanda asciende a 18.172.971.903.836 rublos.
Rusia ha advertido en varias ocasiones que la congelación de sus fondos viola el derecho internacional y ha tachado de "robo" la iniciativa de la Unión Europea. El presidente Vladímir Putin anunció que su país "está desarrollando un paquete de medidas de represalia", recalcando que "todos afirman claramente, sin rodeos, que se trataría de un robo de propiedad ajena".
Por qué el Banco Central de Rusia demanda a Euroclear



