El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prolongó este lunes la prohibición del suministro de petróleo y sus derivados a los países que apliquen el tope a los precios del crudo ruso.
La actual restricción expira a finales de 2025, pero con el nuevo decreto se extiende hasta el 30 de junio de 2026. La prohibición rige desde 2022 como respuesta de Moscú al tope al precio del petróleo ruso impuesto por los países del G7, la Unión Europea y Australia. El Gobierno ruso ha calificado en reiteradas ocasiones la iniciativa occidental como una "medida antimercado" que "puede complicar considerablemente la situación" energética mundial.
El tope al precio impuesto por Occidente es actualmente de 47,60 dólares por barril; en verano de 2025 fue reducido desde los 60 dólares. Solo Estados Unidos no se adhirió a la medida.
