Israel está preocupado por las conversaciones entre Estados Unidos y Catar sobre la posible inclusión del emirato en el selecto grupo de países autorizados a adquirir el caza furtivo F‑35, informan medios israelíes.
El diálogo, inicialmente reportado por el canal 12, reabre una petición catarí que quedó congelada hace cinco años y llega en un momento en que Washington evalúa ventas similares a otros actores regionales, como Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía.
En el Estado judío el temor principal es que la proliferación de aviones de quinta generación en la región reduzca la superioridad tecnológica de la Fuerza Aérea israelí y complique su libertad de acción sobre espacios aéreos vecinos, eliminando o reduciendo así su tradicional ventaja militar cualitativa y afectando el balance de seguridad en la región.
Las alarmas también tienen lugar en un contexto político especialmente sensible: Catar es, al mismo tiempo, mediador clave entre Israel y Hamás. Además, se suma el ataque a Doha en septiembre pasado con la que Israel pretendía eliminar a varios líderes de Hamás.
Ante este panorama, el Ministerio de Defensa israelí estaría preparando un paquete de compensatorio para negociar con Washington: se habla de dos nuevos escuadrones —uno adicional de F‑35 y otro de de F‑15I— y de un incremento significativo en el suministro de municiones avanzadas.
Mientras tanto, el tiempo juega contra Israel, cada vez reduciendo su ventaja de posibilidades ya que el aumento potencial de pedidos desde el Golfo saturaría las líneas producción del avanzado caza.
