El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró este jueves que la banda criminal Tren de Aragua, desmantelada en Venezuela, "es la peor de todas".
Durante un acto con medios de comunicación hablaba sobre la inflación en EE.UU., de repente se refirió a la seguridad interna y apuntó específicamente contra el Tren de Aragua.
"Aseguramos la frontera. Ahora literalmente nadie puede entrar al país ilegalmente. Ellos venían de cárceles, instituciones mentales, eran traficantes de drogas, mucha gente mala de todo el mundo. Venezuela vació sus cárceles en nuestro país", denunció previamente sin presentar pruebas.
El Tren de Aragua es el nombre con el que se denomina a una banda surgida en Venezuela, que fue desarticulada por las autoridades locales. Caracas mantiene órdenes de captura vigentes para algunos de los cabecillas de la organización, que lograron fugarse de un macrooperativo desplegado en una cárcel de la nación latinoamericana.
Luego de firmar unas órdenes ejecutivas en la Casa Blanca, Trump respondió a la prensa sobre el clima de amenazas sobre Venezuela. De hecho, no descartó pedir autorización al Congreso para atacar por tierra al país caribeño.
"No me importaría decírselo [al Congreso], pero, ya sabe, no es para tanto. No tengo por qué decírselo. Está comprobado. Pero no me importaría en absoluto", contestó.
A ello sumó que esperaba que "no filtren" su decisión de bombardear Venezuela porque hay personas que revelan esa clase de informaciones. "Sabe, hay gente que lo filtra. Son políticos y filtran como un colador", criticó.
La agresión de EE.UU. en el Caribe, en síntesis
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, a estos efectos, en breve lanzará agresiones "en tierra".
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Asalto a buque petrolero: en una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron y tomaron un buque petrolero en costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería internacional". El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachó la situación de "acto absolutamente criminal e ilegal" y acusó a la Casa Blanca de actuar "como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz".
- Bloqueo total: El presidente Donald Trump ordenó el "bloqueo total de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela". Además, acusó al Gobierno venezolano de "usar el petróleo, la tierra y otros activos" supuestamente "robados" a EE.UU. para financiar el "narcoterrorismo". Por ello, designó a la Administración de Maduro como "organización terrorista extranjera".
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado al mandatario venezolano, sin presentar evidencias, de liderar un cártel del narcotráfico y duplicó la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasíferas de Venezuela. "Se les cayó la máscara, el narcotráfico es 'fake news': es el petróleo, que se lo quieren robar", expresó tras el asalto al tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA han declarado que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más de 80 % de las drogas utilizan la vía del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.


