El Gobierno alemán preparó un proyecto de ley que ampliaría de forma significativa las competencias del Servicio Federal de Inteligencia (BND, por sus siglas en alemán), permitiéndole llevar a cabo operaciones en el extranjero, incluso acciones de sabotaje. Así lo informó el diario Süddeutsche Zeitung, que tuvo acceso al borrador elaborado en el Ejecutivo del canciller Friedrich Merz.
Hasta ahora, los servicios de inteligencia de Alemania estaban autorizados en el exterior principalmente a recopilar y analizar información. El nuevo marco legal prevé que, bajo determinadas condiciones, el BND pueda actuar de forma operativa, realizando incluso actos de sabotaje, "en particular aquellos que debiliten las capacidades ofensivas del adversario", así como en "ciberoperaciones destinadas a inutilizar sistemas de armamento enemigos".
El borrador abre igualmente la puerta a que determinadas fuentes del BND en el extranjero cometan algunos delitos si ello se considera necesario para la obtención de información. El proyecto también contempla dotar al BND de nuevas herramientas frente a amenazas específicas.
En el ámbito cibernético, se le permitiría contraatacar y, por ejemplo, paralizar la infraestructura informática de los agresores. El servicio podría derribar con "medios adecuados" drones sospechosos sobre sus instalaciones y solicitar datos a fabricantes o talleres sobre vehículos asociados a personas objetivo, como ubicaciones o rutas recorridas.
Otra novedad sería la autorización para que agentes del BND entren de forma secreta en viviendas con el fin de instalar programas espía en los ordenadores de personas vigiladas. También se prevé que puedan colocar transmisores en equipos o sistemas de armamento enemigo.
Según el borrador, el BND solo podría recurrir a este tipo de acciones en casos excepcionales, cuando el recién creado Consejo de Seguridad Nacional declare una "situación especial de inteligencia" caracterizada por una "amenaza sistemática". Además, el Comité Parlamentario de Control, encargado de supervisar los servicios, tendría que aprobar dicha decisión por mayoría de dos tercios.
Durante los últimos meses, Occidente ha impulsado su histeria contra Rusia, y Europa habla de una supuesta 'amenaza' de ataque por parte del país eslavo. Moscú ha rechazado en múltiples ocasiones ese tipo de especulaciones, calificándolas de puras "tonterías". "Esa leyenda de que Rusia planea atacar a Europa, a los países de la OTAN, es precisamente esa mentira inverosímil que buscan hacer creer a la población de los países de Europa occidental", manifestó el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
